Los nutricionistas abren la atención presencial aunque mantienen consultas online

Los nutricionistas zamoranos se han enfrentado a un reto complicado, igual que sus usuarios, ya que el confinamiento les ha puesto a prueba. Sin posibilidad de realizar ejercicio físico fuera del domicilio y con una pandemia en todo el mundo, la atención online ha sido fundamental aunque en las últimas semanas ya han reabierto sus consultas o clínicas.

Las clínicas de dietética y nutrición se enfrentaron a un reto complicado con el confinamiento ya que, a la necesidad de cerrar, la mayoría de las veces por precaución pero también por el miedo de los zamoranos a acudir a la clínica, tuvieron que enfrentarse con las consultas online que, a la gente de mayor edad, les suponía un problema.

Además, a causa del confinamiento que no permitía salir de casa, muchos decidieron abandonar el tratamiento durante un tiempo al no verse capaces de mantenerlo durante el estado de alarma, por lo que se redujo el número de usuarios de estos nutricionistas que tuvieron que reinventarse con las consultas online.

Lógicamente, el tratamiento a distancia no permite el uso de los utensilios como básculas o medidores por lo que dificultaba el seguimiento de los pacientes, algunos de ellos, todavía ahora, con esas consultas online por el miedo a acudir a las consultas presenciales.

Sin embargo, las consultas presenciales son totalmente seguras ya que se han distanciado las consultas para que haya tiempo para desinfectar las consultas y airearlas entre un paciente y otro como es el caso de la consulta de Claudia Zurdo. Además, con los horarios estipulados que se dan con anterioridad, ningún paciente se cruza con otro evitando así la posibilidad de contagio aunque, se recuerda, que en caso de tener síntomas compatibles no se puede acudir a estas consultas.

Todos los materiales que se usan durante las consultas así como todos los lugares que son tocados por cada uno de los usuarios son desinfectados y para acudir a las consultas es necesaria la mascarilla que se deberá llevar de casa. Además, se ha intentado limitar el uso de utensilios del día a día a lo mínimo necesario y, tanto los tratamientos como otra información que pueda servir para el paciente se envía online para evitar tener que entregar papeles.