La Selectividad del futuro

Tras 40 años , los estudiantes del último curso de Bachillerato del próximo curso 2016-2017 se enfrentarán por primera vez a una nueva prueba final, que presentará un formato similar a la Selectividad.

Con la entrada en vigor de la ley para la mejora de la calidad educativa (LOMCE), la selectividad será sustituida por una “reválida”, una prueba obligatoria para obtener el título de Bachillerato y por tanto, para acceder a los estudios universitarios. Unos exámenes que vendrán cargados de polémica ya que amenazan con dejar en un limbo académico a aquellos jóvenes que no logren aprobar.

Los alumnos se examinarán de las materias troncales, dos materias opcionales y una materia específica, a elección, en estos dos últimos casos, de los estudiantes. La nueva Ley regulará también el acceso desde la FP y se fijarán medidas para que los alumnos con necesidades educativas especiales puedan realizar la prueba, facilitando la accesibilidad de estas personas tanto al título como a los estudios universitarios.

Serán las comisiones organizadas en las Comunidades Autónomas las encargadas de realizar las evaluaciones finales, fijar las fechas, los lugares para su realización, reclamaciones, etc.

Las pruebas serán aplicadas por profesores del sistema público español y participarán en la elaboración equipos de profesores y directores. La nota final del examen se fijará con un 60% de la media de las asignaturas cursadas en el Bachillerato y en un 40% de la evaluación de la prueba.

Alrededor de 300.000 alumnos de toda España, bachilleres principalmente, cerrarán este año una etapa de la historia de la educación española.