Inaugurada la exposición temporal de Javier Carpintero en Zamora
En el museo Diocesano se inauguraba una muestra de arte que retoma el parón surgido por este espacio en el que cada seis meses se presenta una nueva exposición de artistas de Zamora.
Javier Carpintero, artista local, es el protagonista de esta exposición que puede visitarse ya en el museo Diocesano de la capital.
La exposición, que abría sus puertas este miércoles de ceniza 14 de febrero de 2024, estaba prevista originalmente para el año anterior, pero debido a compromisos internacionales del artista, tuvo que ser pospuesta de ahí la tardanza en cumplir con el calendario de exposción que se reinaugura cada seis meses con un artista zamorano. La muestra sumerge al visitante en un viaje a través del arte religioso contemporáneo en la visión del lado del autor que plasma en sus obras imágenes de Cristo, con un estilo al menos "peculiar" y siempre fuera de marcos o cuadros tradicionales.
Con el título "Vera Icon", la exposición presenta una serie de obras plasmadas en telas, que exploran la representación del rostro de Cristo desde una perspectiva que hay que ver para poder calificarla. Carpintero, centra su habilidad en reinterpretar temas religiosos en la mayoría de los casos e invita a contemplar sus lienzos o telas ( ya que no se enmarcan en un cuadro) sino en las telas sobre las que pinta y todas ellas sobre un fondo negro, una elección que resalta la profundidad y consigue un efecto óptico notable aunque fuera de cánones establecidos, que parece querer saltarlos siempre en sus trabajos.
Entre las piezas destacadas se encuentran los paños que representan el rostro de la Verónica, una figura emblemática en la tradición cristiana y que parece marcar la obra de este autor de Zamora. Estos lienzos, que muestran interpretaciones contemporáneas del rostro de Jesús, reflejan la meticulosa atención al detalle y la habilidad técnica del artista.
En palabras del propio Carpintero, "todo surge a partir de una llamada de Ricardo Flecha", quien sugirió la idea de organizar esta exposición. El artista se sintió especialmente atraído por la imagen de la Verónica como metáfora de la pintura, donde una mancha puede transformarse en una imagen con un poderoso significado simbólico.