¿Una iglesia bajo el Mercado de Abastos de Zamora?
Para construir este espacio comercial, el consistorio y el obispado llegaron a un trato; permutar lo que quedaba de la iglesia por la torre de San Juan de Puerta Nueva que, por aquel entonces, era jurisdicción del ayuntamiento
El mercado se construyó en 1902, de la mano de Segundo Viloria, una espacio de gran proyección comercial que se inauguró dos años después y que sustituía a un templo con una esbelta torre
Este espacio comercial cuenta con una inversión de casi seis millones de euros para su reforma y, que el edificio y su entorno, se conviertan en un elemento dinamizador del casco histórico de Zamora
Bajo el actual Mercado de Abastos de Zamora se encuentra un templo románico, la iglesia de San Salvador de la Vid. La primera referencia exacta hacia este lugar de culto es de mediados del siglo XIII, en las construcciones capitulares y en las que aparece como anejo al archidiácono de Toro.
El mercado se construyó en 1902, de la mano de Segundo Viloria, una espacio de gran proyección comercial que se inauguró dos años después y que sustituía a un templo con una esbelta torre y era centro de una importante parroquia. Para construir el mercado, el consistorio y el obispado llegaron a un trato; permutar lo que quedaba de la iglesia por la torre de San Juan de Puerta Nueva que, por aquel entonces, era jurisdicción del ayuntamiento.
En la actualidad, el "trueque" no habría sido posible. El interés de una joya románica habría prevalecido ante un espacio comercial. Sin embargo, las necesidades de la época eran diferentes. El mercado vino como "anillo al dedo" para la actividad económica de la ciudad.
Viloria proyectó un lugar comercial que combina la arquitectura del hierro con la piedra y el ladrillo, planteando un edificio funcional, sin demasiadas concesiones decorativas, y brillantes soluciones arquitectónicas, como los grandes vanos acristalados de las fachadas. Todo un signo de modernidad, una apuesta arriesgada para una ciudad tan conservadora, pensado para sobrevivir al tiempo, que fue posible sin duda gracias al empeño del entonces alcalde, Isidoro Rubio.
Ahora, este paraje tendrá un lavado de cara. Una reforma que contará con una inversión de casi 6 millones de euros para que el edificio y su entorno se conviertan en un elemento dinamizador del casco histórico de la ciudad, manteniendo el modelo funcional que ha mantenido a lo largo de su historia, garantizando el suministro de productos frescos y de cercanía a la población de la ciudad desde hace más de 100 años, y potenciando a través de la citada intervención esta forma de comercio tradicional.
Igualmente se pretende potenciar el indudable atractivo cultural y turístico que tienen los edificios de mercados tradicionales bien conservados y equipados, contribuyendo así al desarrollo tanto de la capital como de la provincia, poniendo principalmente en valor la industria agroalimentaria, principal actividad económica de la provincia. Además de la reforma integral del antiguo edificio, el proyecto contempla también la remodelación del entorno urbano en cuanto a tráfico rodado y peatonal de cara a hacerlo más atractivo para ciudadanos y visitantes.
El proyecto elaborado por el Ayuntamiento de Zamora contempla una estructuración de 24 puestos comerciales en la parte superior y 11 en la planta baja, donde se ubicarán las instalaciones complementarias y espacios de almacenamiento y servicios del propio edificio. También contará con un bar interior y, como principal novedad, se dotará de un altillo en la planta superior, con espacio para la realización de presentaciones, cursos, eventos, y otras actividades complementarias. El plazo de ejecución de las obras establecido en el pliego de condiciones será de 18 meses.
Mientras duren los trabajos, los comerciantes se trasladarán a un mercado provisional instalado en la calle Santiago Alba Bonifaz. La instalación se llevará a cabo mediante una edificación modular, de estructura metálica con cubierta textil y panelado perimetral de chapa sándwich y sin pilares centrales para facilitar la circulación en su interior, proporcionando un gran espacio diáfano, con unas dimensiones de 55,40 metros de largo y 15,60 metros de ancho. A este mercado se trasladarán 26 industriales que ocuparán puestos que se situarán en dos filas laterales y una central, dejando un espacio libre a la entrada del edificio provisional para los hortelanos que actualmente ocupan la marquesina exterior del edificio del actual mercado.