Higinio, maestro de la materia

El escultor zamorano Higinio Vázquez junto a una de las obras que expone en Espacio 36

En la galería Espacio 36 se clausura mañana una exposición con esculturas y dibujos del genial artista.

Muchos lo conocen como autor de algunos de los grupos escultóricos que desfilan en la Semana Santa de Zamora, como El Lavatorio, La Coronación de Espinas o la Virgen del Encuentro, pero lo cierto es que el zamorano Higinio Vázquez (El Pego, 1930) es uno de los más destacados autores de escultura religiosa de todo el país.

Son muchos los zamoranos que desconocen la obra de Higinio Vázquez, quien dio sus primeros pasos en el arte en la Escuela Superior de San Fernando de Madrid becado por la Diputación de Zamora, estudios que después ampliaría en la de Santa Isabel de Hungría de Sevilla. Desde entonces (mediados del siglo XX) el zamorano es autor de una prolífica obra religiosa y procesional aunque destaca también su obra civil o su trazo poderoso que lo desvela como un excelente dibujante.

Maestro de la materia y de los volúmenes, una selección de obra de pequeño formato de Higinio Vázquez así como de dibujos de su primera época puede contemplarse desde el pasado 21 de octubre en la galería de arte Espacio 36 de la capital zamorana, donde será clausurada mañana. Una exposición que, pese a la veteranía del genial escultor, constituye su primera muestra individual en la tierra que le vio nacer.

Amigos y compañeros en la aventura del arte como José Luis Coomonte, Antonio Pedrero, Alfonso Bartolomé, Ricardo Flecha o Mónica Barrueco (digna heredera de la sensibilidad e intuición creativa de su madre, Ana Franco), entre otros, acompañaron al escultor en la inauguración de la exposición, que muestra la faceta más desconocida de su dilatado quehacer que nunca ceja, que es constante así pasen los años.

Los amantes del arte disponen aún del día de hoy y de mañana para conocer a uno de sus autores más veteranos y prolíficos como es Higinio Vázquez en la galería Espacio 36, sita en el número 5 de la calle de San Andrés, donde el escultor muestra piezas de pequeño formato y dibujos de su primera época, siendo estudiante de Bellas Artes, de los que emana una profunda fuerza, la seguridad de un trazo magistral que sorprende a quienes sólo conozcan su obra escultórica.

Encontrarse con sus esculturas y sus dibujos es encontrarse con la tierra y el barro zamorano, con el granito, con la madera, con el mármol, con el bronce, con las formas suaves y rotundas, con lo femenino y lo masculino, lo divino y lo humano. Porque Higinio Vázquez es un maestro de la materia, un escultor de cuerpo entero que ha cincelado el alma de dios y el espíritu de los hombres. Y así regresa a la tierra donde conserva raíces, familia y amigos. Esta tierra llena de hijos pródigos que se marcharon a buscar el pan fuera pero dejaron retazos de corazón por sus rincones.

Es un grande y su nombre debe figurar entre los grandes que ha dado para el arte la provincia zamorana. Higinio Vázquez, que da forma a la belleza y esculpe como si no existiera el tiempo, tan leve aún en los materiales más sólidos, más pesados.

Maestro de la materia. Higinio, a secas.