Halloween, la noche en que los vivos se disfrazan de muertos
Los zamoranos han transformado la víspera de Todos los Santos en una noche para la diversión y se surten en La Peseta de los disfraces de moda con precios y modelos para todos tipo de edades, gustos y bolsillos.
El mundo celebra hoy 31 de octubre la Noche de Halloween, llamada también la noche de los muertos o de las brujas, una tradición de origen celta o anglosajón que se ha transformado y universalizado desde Estados Unidos. Para las nuevas generaciones, lejos quedan los días oscuros de los rezos a las ánimas, los velones de aceite, las leyendas de Bécquer o el Tenorio en blanco y negro en Estudio1, aquel mítico programa de televisión. Hijos de la globalización, cada vez son más los zamoranos que en la víspera de Todos los Santos deciden disfrazarse y divertirse.
En la calle San Vicente de la capital zamorana, frente a la iglesia del mismo nombre, La Peseta lleva décadas surtiendo de disfraces y complementos no solo a los zamoranos, sino a clientes de toda España a través de su página web. La proliferación de fiestas de Halloween ha incrementado de forma notable las ventas en los últimos días de octubre, como señala Sandra Fernández, quien destaca asimismo las fiestas infantiles en los colegios, que han disparado la venta de disfraces para niños de entre 7 y 8 años.
En el caso de los disfraces para niños, los favoritos son el tradicional esqueleto o los superhéroes de ficción, mientras que para las niñas la demanda es mayor en los disfraces y complementos de vampiresa o de bruja, si bien en los últimos años han entrado fuertemente las Catrinas de la tradición mejicana.
En cuanto a los adultos, Sandra Fernández señala que en este 2018 lo que más demanda tiene son los personajes de La casa de Papel y también algo del payaso diabólico de la película IT. Junto a estos artículos, los hombres se decantan también por el esqueleto (cuyo precio es de 11,95 euros), las momias o los zombies y también han tenido buena salida las caretas de La Purga.
Si de preferencias hablamos, en La Peseta constatan que los jóvenes de 12 ó 13 años se decantan en su mayoría por las caretas, cuyos precios oscilan desde los 6,95 euros a los 15,95 euros y que pueden llegar a gastarse hasta 30 euros para complementar debidamente su disfraz.
Aunque en el establecimiento pueden encontrarse todo tipo de artículos sueltos (pestañas, diademas, sombreros y otro tipo de accesorios como hachas ensangrentadas, tridentes o escobas o calabazas y fantasmas para decoración), lo más cómodo es elegir un disfraz entero que puede encontrarse desde los 7.95 euros el más básico hasta los 24.95 euros del más caro, que incluye careta.
Otra de las tendencias de los últimos años son las lentillas de fantasía, bien en colores imposibles, bien blancas o bien negras, por 14,95 euros. "Las lentillas -apunta Sandra- son un furor; la gente compra su disfraz con ese complemento sobre todo a partir de los 18 años". Otro imprescindible son las pelucas, cuyos precios oscilan entre los 6,95 euros hasta los 13 euros.
El local se queda pequeño para atender a la clientela en estos días previos al 31 de octubre. "El incremento de la fiesta de Halloween se nota mucho, cada vez más -apunta Sandra Fernández-; llevamos unos días sin parar, por la tarde no cabe ni un alfiler. Puede decirse que ya es una tradición asentada en España, sobre todo entre los niños".
Ricardo del Barrio, propietario del establecimiento, apunta asimismo al incremento de la venta de sangre y de látex para maquillajes con cicatrices. En cuanto a los maquillajes de fantasia, al agua y de múltiples colores, sus precios oscilan desde 1 euro hasta los 3,50 euros. Desde La Peseta resaltan que todos sus productos son de alta calidad y están testados, lo que supone un plus de seguridad a la hora de decantarse por sus artículos.
Dentro de unas horas, cuando se acerque la noche, la ciudad se poblará de vivos que juegan a ser muertos, seres de ficción y demoníacos que han transformado con el paso del tiempo la solemne tristeza de la vispera de Todos los Santos en una noche para la diversión y para celebrar la vida en unas fechas en que el calendario nos remite a la muerte.
GALERÍA (Fotos: Ana Pedrero)