Exigen un giro en las políticas abolicionistas para frenar la trata de personas en Zamora
Este Jueves siete de noviembre se han inaugurado en Zamora las III Jornadas de Trata y Explotación Sexual, una iniciativa organizada por el Ayuntamiento de Zamora y la Subdelegación del Gobierno en Zamora en colaboración con diversas entidades sociales, con el fin de visibilizar y combatir la explotación sexual y la trata de personas en el país. La apertura de las jornadas contó con la intervención de Rosa Cobo, presidenta de la Red Académica Internacional de Estudios sobre Constitución y Pornografía, quien profundizó en las implicaciones de la prostitución y en el funcionamiento de la industria de explotación sexual.
Durante su intervención, Cobo denunció cómo esta industria, con una estructura similar a una economía criminal, opera con elevados beneficios a costa de los cuerpos de mujeres en situación de extrema vulnerabilidad. Según explicó, esta economía ilícita “se alimenta de los cuerpos de las mujeres, mercantilizando sus vidas y aprovechando sus bajos costes para obtener altos beneficios”. Cobo subrayó la necesidad de adoptar políticas abolicionistas y de perseguir tanto a proxenetas como a clientes, quienes “sustentan este sistema de explotación”. También destacó la importancia de implementar políticas de igualdad que ofrezcan apoyo a las mujeres atrapadas en la prostitución, y aseguró que "es inaceptable" que se utilicen como mercancías en un sistema que alimenta la desigualdad.
Rocío Mora, directora ejecutiva de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP), abordó la magnitud del problema en Castilla y León y el perfil de las víctimas de trata. Mora detalló que en lo que va de año, su asociación ha atendido a más de 5.600 personas en toda España, de las cuales unas 2.100 han recibido intervenciones integrales para salir de la explotación. Mora describió la intervención de APRAMP, que comienza con la detección y el apoyo a víctimas, muchas de las cuales expresan el deseo de abandonar la prostitución y rehacer sus vidas. Destacó también que, desde la pandemia, ha habido un cambio en el perfil de nacionalidad de las mujeres afectadas, con un incremento significativo de víctimas provenientes de Colombia, distribuidas por todo el país.