El Día de todos los Santos más trágico de la historia: 260 años del terremoto de Lisboa

Alegoría del Terremoto de Lisboa

La provincia de Zamora también sufrió el seismo, que dejó más de 12 000 muertos en Portugal y 1 275 en España.

Ayer se cumplieron 260 años del denominado Terremoto de Lisboa, uno de los seismos más virulentos desde que se recaban datos que dejó, en un funesto Día de Todos los Santos, entre 60.000 y 100.000 muertos, según antiguos informes. Su radio de acción no se limitó únicamente a la capital lisboeta ni a Portugal, sino que afectó a otros países, incluido España. Castilla y León fue azotada por los 9 grados en la escala Richter que se calcula tuvo el terremoto, y 12 localidades de la provincia de Zamora registraron daños.

Gracias al trabajo realizado en 2001 por José Manuel Martínez Solares, "Los efectos en España del terremoto de Lisboa", donde recopila la información del Archivo Histórico Nacional para realizar un exhaustivo informe de la tragedia, se pueden conocer de forma más precisa todos los datos de la misma. Para empezar, destaca que la cifra de muertos no fue tan elevada como se dice. Calcula el autor según la documentación consultada que Portugal debió sufrir unas 12 000 bajas, mientras que España registró unas 1 275 entre el propio seismo y su repercusión en el mar. Todo ello gracias a la encuesta ordenada por Fernando VI al Gobernador del Supremo Consejo de Castilla. Para llevar a cabo esta encuesta se confeccionó un cuestionario dirigido a las personas de mayor razón de las capitales y pueblos de cierta importancia de toda España. Casi literalmente, la encuesta contenía las siguientes preguntas:

1. ¿Se sintió el terremoto?
2. ¿A qué hora?
3. ¿Qué tiempo duró?
4. ¿Qué movimientos se observaron en los suelos, paredes, edificios, fuentes
y ríos?
5. ¿Qué ruinas o perjuicios se han ocasionado en las fábricas?
6. ¿Han resultado muertes o heridas en personas y animales?
7. ¿Ocurrió otra cosa notable?
8. Antes de él ¿hubo señales que lo anunciasen?

En la provincia de Zamora se recabaron datos de 12 localidades, donde no consta el fallecimiento de persona alguna, pero donde sí se vieron afectadas muchas infraestructuras:

Se registró en la capital que el seismo duró unos 7 minutos, comenzando a percibirse a las 10 de la mañana. El testimonio de Fernández Duro refleja pequeños daños en algunos edificios: la torre de San Ildefonso quedó ladeada, se resintieron una pared del consistorio y la torre de la casa del marqués de Castronuevo. También, según se dice, el seismo afectó a la Catedral de Zamora, sufriendo la pérdida del retablo mayor, obra de Joaquín Benito Churriguera.

En Benavente, los ríos Esla y Órbigo se salieron unas 12 varas; en Sanabria, derribó el retablo mayor de la iglesia parroquial de Pedralba de la Pradería y sacó las aguas del Tera más de dos varas; en Alcañices, la fuente de Rábano rompió con agua de color de barro y, después, color ceniza. Los daños más relevantes se dieron en el templo parroquial de Torregamones, donde se acordó proceder a su posterior e inmediata reparación.

La manifestación de la fuerza de la naturaleza el Día de todos los Santos fue interpretado por la Iglesia como una manifestación divina, algún tipo de castigo debido a los pecados que cometían sus gentes. Un día funesto que conviene recordar.