Educación y orgullo gitano, el encuentro que evidencia una transformación real en la provincia
La Fundación Secretariado Gitano de Zamora ha celebrado un nuevo Encuentro Local de Estudiantes, una cita que vuelve a colocar en el centro la importancia de la educación como herramienta de transformación social dentro del pueblo gitano. El acto contó con la participación de Carlos Fernández Herrera, primer diputado gitano en las Cortes de Castilla y León y coordinador de estos encuentros en la comunidad, organizados con motivo de los 600 años de presencia del pueblo gitano en España.
Fernández Herrera recordó que estas iniciativas se vienen desarrollando en Zamora desde 2008, año en que la Fundación abrió sede en la provincia. Como coordinador, este es el segundo encuentro que impulsa con un objetivo doble, sensibilizar a las instituciones y visibilizar los casos de éxito académico entre la juventud gitana, cada vez más numerosos.
Este año se han graduado 24 estudiantes gitanos, 12 de Educación Primaria y 12 de Secundaria, a los que se suman jóvenes que continúan estudios obligatorios y superiores. “El cambio es lento, pero continuo”, señaló Fernández Herrera, destacando que “aquella utopía de hace años, la de que los niños gitanos estudiaran, hoy es una realidad en construcción”.
El coordinador subrayó también el trabajo de la Fundación en materia de visibilización, sensibilización y lucha contra el antigitanismo estructural, así como la importancia de promover una convivencia basada en la multiculturalidad y el respeto a las identidades minoritarias. “La sociedad es diversa, solo hay que salir a la calle para verlo”, afirmó.
El diputado también destacó igualmente el papel fundamental de la mujer gitana, especialmente en la víspera del Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer. “Las mujeres son motor de cambio, gitanas y no gitanas, es una lucha de todos y de todas”, explicó Fernández, reivindicando el papel del feminismo gitano como fuerza transformadora.
En la provincia de Zamora, la Fundación estima que la población gitana asciende a en torno a unas 2.000 personas, la mitad de ellas en la capital. El propio equipo de la Fundación refleja la evolución social del colectivo.
Fernández recordó que aún queda camino por recorrer, tanto en materia de igualdad como en la lucha contra el racismo, pero insistió en que los avances son visibles: “Si bien queda mucho por hacer, vamos por buen camino”.