Ecologistas Zamora acusa a la Junta de convertir los bosques en industrias agroforestales y alerta del riesgo ambiental
La asociación Ecologistas Zamora ha mostrado su rechazo frontal al decreto 12/2025 de planificación y ordenación forestal en Castilla y León, al que acusan de atentar contra la conservación de los bosques y de favorecer un modelo privatizador que convertiría estos ecosistemas en industrias agroforestales destinadas a la biomasa.
Según la organización, los bosques son un bien público a conservar para las generaciones futuras, no solo como fuente de biodiversidad, sino también como barrera natural frente a incendios, ya que su presencia contribuye a frenar la propagación de las llamas. Frente a las propuestas de la administración, como la de construir anillos de cortafuegos alrededor de los pueblos, Ecologistas Zamora apuesta por incrementar los medios de extinción y llevar a cabo una investigación seria de las causas que provocan los incendios que, como en el caso de este verano, arrasan paisajes, lugares de interés comunitario, patrimonios de la Humanidad y parques naturales.
El estudio sobre los incendios de la Sierra de la Culebra en 2022 demuestra, según la asociación, que los bosques de robles y encinas maduros resistieron mejor al fuego que las especies pirófitas o el monte bajo, actuando como auténticas barreras que protegieron a las poblaciones. Por ello, consideran un error potenciar la antropización del bosque mediante ganadería extensiva o explotaciones industriales, prácticas que, aseguran, deben tener espacios diferenciados y nunca interferir en el desarrollo natural de los bosques jóvenes y sanos de la provincia.
Respecto al nuevo decreto, Ecologistas Zamora denuncia que contradice la Ley 3/2009 de Montes de Castilla y León y supone un duro golpe para la biodiversidad, los ecosistemas y el patrimonio genético y paisajístico. Además, subrayan que este marco normativo anula el Plan Forestal de Castilla y León aprobado en 2002, que preveía una inversión media anual de 184 millones de euros hasta 2029, plan que, según critican, “jamás llegó a cumplirse”.
Uno de los aspectos más preocupantes para la asociación es el carácter privatizador de la gestión forestal, que abre la puerta a empresas y particulares, reduciendo la capacidad de protección. En este sentido, advierten que el decreto permite incluso la extracción de ejemplares maduros de los bosques, pese a que son auténticos almacenes de carbono y aliados clave en la lucha contra la crisis climática. Liberar millones de toneladas de dióxido de carbono mediante su conversión en biomasa sería, aseguran, “una escandalosa provocación política que merece reprobación en las Cortes de Castilla y León”.
Ecologistas Zamora también alerta del riesgo de desertización de los suelos en las montañas quemadas y de la presencia de cenizas en el lago de Sanabria, lo que podría alterar el estado de las aguas durante años. La asociación insiste en que no deben repetirse errores como el uso de maquinaria pesada y talas masivas en la Culebra en 2022, y reclama medidas urgentes como acolchar el suelo con paja, levantar diques con troncos en zonas de pendiente y sembrar especies autóctonas para facilitar la recuperación del territorio dañado.