Los cuidadores familiares de Zamora denuncian abandono institucional y exigen igualdad para los dependientes atendidos en casa
Los cuidadores familiares de Zamora volvieron a movilizarse para exigir un trato igualitario para las personas dependientes atendidas en el hogar y para quienes les cuidan sin remuneración. Julia Alejo, portavoz del colectivo en la provincia, lamentó que, tras un año de reivindicaciones continuadas, “no hemos conseguido todavía nada” y denunció que “todas las instituciones nos han dado la espalda”.
Alejo señaló una “discriminación evidente” en el reparto de recursos públicos destinados a la dependencia. Según explicó, la Junta de Castilla y León “ha invertido 5 millones de euros en andadores y camas articuladas para residencias y para el servicio de ayuda a domicilio”, mientras que a los dependientes atendidos en su propio domicilio “se les niega incluso una cama articulada, pese a que algunos llevan más de diez años encamados”. A ello se suma, denuncian, que los cuidadores familiares solo reciben una ayuda económica que ronda los 200 euros: “Estamos trabajando sin sueldo las 24 horas del día, los 365 días del año”.
El colectivo reclama que los dependientes atendidos en casa reciban las mismas prestaciones que quienes acuden a centros o servicios sociosanitarios, así como la creación de una remuneración estable para los cuidadores familiares. Según los datos que maneja la asociación, en la provincia de Zamora hay alrededor de 500 personas dadas de alta como cuidadoras, pero estiman que otras 3.600–3.700 realizan esa labor de manera no reconocida.
Las dificultades se agravan en el medio rural. “Vivimos a veces a 50 kilómetros de Zamora, sin centros de día ni recursos cercanos, y no podemos desplazarnos a Valladolid cada vez que se nos pide”, explica Alejo. La portavoz subraya también el impacto emocional y psicológico de esta labor: “El 50% termina en depresión y un 10% en suicidio”, asegura, denunciando la falta de apoyo y seguimiento.