La conexión Braganza-Zamora se encuentra en fase de viabilidad

Tren AVE
La línea, aún en fase de viabilidad, se enfrenta a la demora de las infraestructuras prioritarias Lisboa-Madrid y Oporto-Vigo, con un horizonte de finalización para 2034

La entrada del AVE de Portugal a España por Braganza y Zamora se encuentra en la fase de estudios de movilidad y viabilidad. Este trayecto es una de las tres opciones que Portugal está evaluando para el futuro, una vez finalicen las conexiones que actualmente son prioritarias: Lisboa-Madrid y Oporto-Vigo. Estos proyectos, cuya fecha de finalización se estima entre 2030 y 2034, siguen pendientes de un calendario final consensuado con España.

Esta situación añade aún más incertidumbre a la conexión Madrid-Lisboa, una infraestructura que ha sufrido constantes retrasos desde que se planteó en 1988 y que, según las últimas estimaciones, no estará plenamente operativa hasta 2034. A pesar de ser una prioridad para España y Portugal, el avance en los tramos no ha seguido el ritmo esperado, y las diferencias en las prioridades nacionales han sido un factor clave en este retraso.

Uno de los puntos críticos será la próxima cumbre hispano-portuguesa, prevista para el 23 de octubre, donde se espera que ambos gobiernos definan el estado del proyecto. Esta línea de alta velocidad es vista no solo como una mejora en la movilidad entre las dos capitales, sino también como un paso crucial para conectar el Atlántico con el Mediterráneo, especialmente en el contexto de la organización conjunta del Mundial de Fútbol 2030 por España, Portugal y Marruecos.

El AVE Madrid-Lisboa comenzó a ser planificado en 1988, con una fecha inicial de apertura prevista para 1994. Sin embargo, diversas crisis económicas y cambios en las prioridades de inversión de ambos países han ido retrasando la finalización de la obra. Se esperaba que estuviera operativa en 2010, pero tras la crisis de 2008, el proyecto fue nuevamente pospuesto. Actualmente, se prevé que en 2027 el tiempo de viaje entre Madrid y Lisboa será de seis horas, pero no será hasta 2034 cuando la línea esté completamente finalizada, permitiendo recorrer los 600 kilómetros en tres horas.

Empresarios y políticos han expresado su descontento por los constantes retrasos. Hilario Alfaro, presidente de Madrid Foro Empresarial, calificó la situación como "una vergüenza histórica y económica para la Península Ibérica", subrayando que hay unos 40 vuelos diarios entre Madrid y Lisboa que podrían reducirse considerablemente si la conexión ferroviaria estuviera operativa. Jorge Rodrigo, consejero de Transporte de la Comunidad de Madrid, también ha sido crítico, afirmando que "el tren Madrid-Lisboa es hoy en día una red de tramos inconexos y con diferentes anchos de vía".

Uno de los problemas clave es la falta de coordinación en las prioridades entre ambos países. Mientras España avanza en su parte del proyecto, Portugal ha centrado sus esfuerzos en la línea Lisboa-Oporto, considerada prioritaria por el gobierno portugués. Este enfoque ha generado dudas sobre si la línea Madrid-Lisboa podrá estar lista antes de 2034, especialmente porque la conexión Oporto-Braganza-Zamora también está en fase de estudio, lo que podría afectar el calendario de las obras.

La organización del Mundial de Fútbol en 2030 ha incrementado la presión sobre ambos gobiernos para acelerar el proyecto del AVE Madrid-Lisboa. Jorge Rodrigo señaló la importancia de tener la infraestructura lista para esa fecha, dado el aumento de demanda de transporte entre ambos países durante el evento deportivo. A pesar de que el objetivo es tener operativa la línea para el Mundial, el embajador de Portugal en España, João Mira Gomes, advirtió que será difícil cumplir con ese plazo, aunque sugirió que podría haber al menos una o dos frecuencias diarias entre Madrid y Lisboa para entonces.