El belenismo, una tradición que se mantiene viva en Zamora
La capital se viste de belén gracias a los grandes artistas que han convertido sus aulas en talleres de creación navideña
Un encuentro para disfrutar de la imaginación y la destreza, pero también de las habilidades de los niños de Zamora que otorgan importantes lecciones, como el reciclaje o la sostenibilidad
Hay cantera belenista en Zamora, así lo han puesto de manifiesto los niños de los centros educativos que han convertido el Claustro del Seminario San Atilano en un escenario cargado de magia navideña con la creación de más de un centenar de belenes. Estos pequeños artistas, armados con una paleta de materiales tan variados como goma eva, corchos de poliespán, papel, cartulina, algodón e incluso elementos naturales como piedras, palos de madera, piñas, envases de plástico, arpillera y corcho, han dejado su huella en cada detalle de estas obras maestras.
Un encuentro para disfrutar de la imaginación y la destreza, pero también de las habilidades de los niños de Zamora que otorgan importantes lecciones, como el reciclaje o la sostenibilidad. Piedras, palos de madera, envases de plástico y otros elementos reciclados se han convertido en protagonistas de estas creaciones para recordar la importancia de cuidar el entorno.
Desde las figuras más tradicionales hasta los detalles más inusuales, la diversidad creativa de estos belenes es sorprendente. Con sus pequeñas manos, han demostrado una habilidad excepcional para transformar materiales del día a día en representaciones únicas del nacimiento de Jesús. Una exhibición que es mucho más, una prueba de que el belenismo es una tradición viva en Zamora. La creatividad de los jóvenes artistas locales asegura que cada año, la ciudad se llene de nuevas interpretaciones y representaciones durante la Navidad.
Hasta el 12 de enero, el claustro del Seminario San Atilano se convierte en un escenario mágico que alberga la esencia de la Navidad creada por los escolares. Este espacio acoge con cariño una extensa muestra de nacimientos, cada uno contando su propia historia y llevando consigo la frescura de la creatividad infantil.
Estos belenes son testimonios de la magia y la alegría que los pequeños aportan a la temporada navideña. Cada detalle cuidadosamente elaborado celebra la inocencia, la creatividad y el espíritu festivo que caracterizan a estas fechas. Zamora se viste de belén gracias a los grandes artistas que han convertido sus aulas en talleres de creación navideña.