El mal estado de las carreteras impulsa la tendencia de 'conducir a la americana' en España

Carreteras, imagen de archivo
Conductores españoles evitan el carril derecho por su deterioro, adoptando prácticas de manejo similares a las de Estados Unidos y desafiando las normas de tráfico vigentes

En las autopistas españolas está surgiendo una tendencia cada vez más evidente: muchos conductores permanecen en el carril central o izquierdo, dejando el derecho prácticamente vacío. Este fenómeno, que algunos denominan "conducir a la americana", no es simplemente una cuestión de hábitos de manejo, sino una respuesta a las condiciones actuales de la red vial en el país.

En Estados Unidos, las normas de circulación permiten que los vehículos adelanten por la derecha y que utilicen cualquier carril en autopistas, una práctica que contrasta con la legislación española. Aquí, el Reglamento General de Circulación establece que los conductores deben circular por el carril derecho, reservando los otros únicamente para adelantamientos. Sin embargo, cada vez más conductores en España optan por mantenerse en los carriles centrales o izquierdos, evitando el derecho.

Según expertos, este cambio no responde a un simple capricho de los conductores, sino a una necesidad impuesta por el deterioro de las vías. La Asociación Española de la Carretera ha señalado repetidamente el déficit en el mantenimiento vial, indicando que la inversión estatal en conservación básica es insuficiente. Este abandono ha provocado que el carril derecho de muchas autopistas se encuentre en condiciones deplorables, con socavones y surcos profundos que hacen incómodo e inseguro circular por él.

Un caso especialmente preocupante es el de la autopista A-6, que conecta Madrid con La Coruña. Esta vía presenta un notable deterioro en el carril derecho, con baches y marcas profundas causadas por el constante paso de camiones pesados. Como resultado, los conductores prefieren los carriles central o izquierdo, lo que genera frustración y congestión entre quienes intentan circular a mayor velocidad.

La práctica de mantenerse en los carriles centrales o izquierdos no solo infringe las normas de tráfico, sino que también puede incrementar los riesgos en la carretera. Las maniobras de adelantamiento se vuelven más peligrosas y pueden surgir conflictos entre conductores. Además, la falta de mantenimiento del carril derecho perpetúa un círculo vicioso: su mal estado lleva a evitarlo, y su desuso dificulta justificar la inversión en reparaciones.