Hemorroides: ¿son siempre igual de graves y se tratan igual?
Si sufres de hemorroides y estás intentando saber más al respecto, una de las primeras cosas que deberías conocer es que esta problemática no siempre se desarrolla con el mismo nivel de gravedad. Gracias a la ciencia sabemos que hay varias severidades cuando del estudio de las hemorroides se trata, y en este artículo vamos a analizar cuáles son las características de cada una.
Los grados de las hemorroides son cuatro en total, según su gravedad, pero se debe considerar que existen clasificaciones complementarias según el tamaño y la sintomatología. En cualquier caso, es el experto en la materia el que debe dictaminar, realizadas las pruebas correspondientes, qué tan severo es un cuadro de hemorroides y cuál es el tratamiento recomendado.
Los 4 grados de las hemorroides
Grado 1
Como es de esperarse, las hemorroides de grado 1 son las más leves. Tan leves que, a menudo, son difíciles de detectar a tiempo. Esto pasa porque no causan síntomas tan evidentes como las demás. Se les suele llamar hemorroides internas, porque no son visibles a los ojos humanos. El único síntoma que podemos percibir, como forma de manifestación, es un mínimo sangrado.
Grado 2
Las hemorroides de grado 2 ya son un poco más graves, y destacan por la hinchazón de las venas en el recto que pueden resultar molestas durante el proceso de defecación. Entonces, tienden a desplazarse hacia adelante pero se retraen automáticamente. Normalmente, estas hemorroides producen sangrado rectal, irritación anal y dolores. Y suelen ser algo más persistentes.
Grado 3
Las hemorroides de grado 3 son lo suficientemente severas como para actuar de inmediato en caso de detectar uno de los síntomas. Requieren de tratamientos específicos, más invasivos que las anteriores, porque es imprescindible prevenir antes de que avancen.
Y aunque se prolapsan con el esfuerzo, al contrario que las hemorroides de grado 2 no retornan al conducto anal por si solas. Adicionalmente, los síntomas de las hemorroides de grado 3 pueden dificultar el día a día de quien padece este problema.
Grado 4
Sin embargo, no hay nada peor que las hemorroides de grado 4. En esta instancia, el prolapso es permanente. Es decir, las hemorroides se mantienen fuera del conducto anal constantemente y no pueden reducirse ni automática ni manualmente.
Tratamiento según el grado de hemorroides
Como es evidente, del grado -y los síntomas asociados a él- dependerá cuál será el tratamiento para las hemorroides a realizarse.
Grado 1 y 2
Para los dos grados más leves de hemorroides, las indicaciones consisten en una serie de pautas higiénico-dietéticas. Éstas contemplan ciertos cambios en los hábitos alimentarios, como el aumento de la ingesta de líquidos -principalmente agua-.
Grado 3
Las hemorroides de grado 3 conllevan tanto los cambios en los hábitos alimenticios y el uso de cremas tópicas como, en algún caso, la intervención por parte de un profesional. Esto está sujeto al estudio objetivo del paciente y las probabilidades de que su situación empeore en el corto plazo. Si el especialista cree que las probabilidades de un empeoramiento son elevadas, actuará de tal forma.
Grado 4
Si los exámenes concluyen que un paciente atraviesa hemorroides de grado 4, las alternativas por las que se puede optar pasan por un tratamiento no quirúrgico y, si este falla, por la intervención. La enfermedad hemorroidal avanzada es conducta quirúrgica si así lo decide el médico, y no hay mucho más que hacer. Luego, se evaluarán las técnicas para la corrección de esta conducta.