Un paso gigante para el medio ambiente

Depuradora
Con una inversión de casi 2 millones de euros, esta nueva planta depuradora trata las aguas residuales del municipio y reduce su impacto ambiental, dentro de un ambicioso plan de depuración para poblaciones pequeñas

La localidad vallisoletana de Traspinedo ha dado un importante paso adelante en la gestión medioambiental con la inauguración de su nueva Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR). La planta, financiada en un 80% por la Junta de Castilla y León a través de la Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente (Somacyl) y en un 20% por el Ayuntamiento de Traspinedo, cuenta con una inversión de 1.965.266 euros. Esta infraestructura permitirá tratar las aguas residuales del municipio, poniendo fin a décadas de vertidos directos al arroyo La Vega sin tratamiento alguno.

La EDAR de Traspinedo, con una capacidad para atender a una población de diseño de 3.900 habitantes equivalentes, ocupa una superficie de 4.600 metros cuadrados y está ubicada entre el río Duero y la carretera N-122 Valladolid-Soria. Su puesta en marcha forma parte del Programa Operativo FEDER 2014-2020 y su explotación será gestionada por Somacyl durante los próximos 25 años. La planta no solo supone una mejora en la calidad del agua que se vierte al Duero, sino que también fortalece la infraestructura de saneamiento del municipio.

Para conectar las aguas residuales desde el antiguo punto de vertido hasta la nueva depuradora, se ha instalado un emisario de 4.000 metros de longitud. Este proceso ha requerido superar importantes obstáculos como la carretera provincial VP-2303, la vía férrea Valladolid-Ariza y la propia N-122.

El proceso de depuración que se lleva a cabo en la EDAR incluye varias etapas clave. En primer lugar, las aguas residuales pasan por un sistema de desbaste y desarenado, que elimina sólidos grandes, arenas y grasas. Posteriormente, un tanque imhoff se encarga de la reducción de los sólidos suspendidos y la digestión de los fangos, mientras que unos biodiscos permiten eliminar la materia orgánica y reducir el nitrógeno presente en el agua. Finalmente, el agua tratada se somete a una decantación secundaria antes de ser vertida de nuevo al río Duero. Los fangos resultantes del proceso de depuración son enviados a un gestor autorizado para su valorización, tras ser espesados y deshidratados mecánicamente.

La nueva depuradora de Traspinedo forma parte de un esfuerzo mayor para mejorar la depuración de aguas residuales en Castilla y León. Desde 2020, la Junta y las diputaciones provinciales han trabajado en un programa que abarca la construcción y mejora de 241 depuradoras en núcleos de entre 500 y 2.000 habitantes equivalentes, con una inversión global de 140 millones de euros. Actualmente, se encuentran en ejecución 117 proyectos, mientras que otros 45 están pendientes de aprobación municipal y 50 más en fase de redacción.

En la provincia de Valladolid, está prevista la ejecución de 34 depuradoras con una inversión de 21 millones de euros. Estas actuaciones se dividen entre fases de ejecución y redacción, cubriendo municipios como Castronuevo de Esgueva, Pollos, Villalar de los Comuneros o Peñaflor de Hornija, entre otros.