"Ser cermeño de pura cepa es no tanto ser, sino sentirse", entrevista a Carlos Rodríguez Vila
Carlos Rodríguez Vila es toresano y el creador del grupo de Facebook "Eres cermeño de pura cepa si...".
Él mismo se definde "por orden cronológico" como hijo, músico, maestro, marido padre... y dice que sigue sumando. Pero lo cierto es que, desde hace unos tres meses, para los toresanos es el creador de un invento llamado "Eres cermeño de pura cepa si...", un grupo de Facebook que ya acoge a más de 1460 personas y en el que no faltan los comentarios a diario.
Carlos Rodríguez Vila ha sabido ganarse el cariño de los toresanos virtualmente, pero los cermeños se lo devuelven, siempre que pueden, en carne y hueso.
- El grupo surgió una tarde aburrida de domingo y, ¿se imaginaba hasta dónde iba a llegar?
- Surgió de la forma más tonta posible. Tiene una vertiente de envidia y otra de casualidad. En Galicia, donde yo vivo, son muy innovadores para estas cosas, son los que empezaron con el Legado de Tibu, y había diferentes grupos por allí. En el pueblo de mi mujer hicieron un grupo: "No eres de Laxe si..." y empezaron a escribir cosas. A mí me gustó la idea y, en un principio, no tenía pensado hacer nada, pero tengo una muy buena amiga de Toro que se llama Sara y tenemos una relación muy especial: cuando uno está abajo, el otro sabe cómo animarlo, y ella estaba en un momento un poco de bajón por unos problemas de salud y me vi en la obligación moral de hacerla reír. Y vi la excusa, dije "voy a hacer la bobada esta". En un principio, iba a ser con los amigos de Toro que tengo en Facebook, 40 o 50; pero no le di a la pestaña de privacidad y dije "voy a darle caña a ver si se ríe esta muchacha y nos reímos todos en general". Y empezó a entrar gente y gente y se nos fue de las manos. Hay unas 1450 personas. Además, últimamente estaba la cosa un poco parada y estos días supongo que está viniendo gente de fuera y que se habla y estamos 10 o más personas diarias de media.
- Tres meses después sigue habiendo comentarios todos los días:
- Sí, ya se empiezan a repetir cosas, pero de las cosas que se repiten salen nuevos comentarios, se comentan de otra forma o a la gente se le empiezan a ocurrir nuevas cosas. Las cosas que se repiten no se hacen pesadas. Al principio, tenía el miedo ese y decía: esto seguro que en un par de días se agota o la gente se cansa o hay algún problema o alguna discusión. Estuve el primer mes y pico pensando "esto mañana se acaba" y al día siguiente, lo primero que hago por las mañanas, es que esto es un enfermedad ya (risas), es mirar el móvil, y cuando veo comentarios siento como un alivio y digo "esto sigue un día más". Ahora ya no lo pienso, esto tira para adelante hasta que la gente se canse.
- ¿Qué es para usted ser cermeño de pura cepa?
- De ahí viene un poco el nombre del grupo porque, por lógica, el nombre tendría que haber sido "No eres de Toro si..." o "No eres toresano si...", pero cuando pensé el nombre, pensé que ser de Toro es ser de aquí, nacer en un sitio, pero ser cermeño puede ser una elección también y hay mucha gente que no es de Toro o no ha nacido en Toro, pero es más cermeño que el Arco del Reloj. Hay mucha gente que es de fuera o vinieron de pequeños o se han casado con gente de aquí y son más cermeños que cualquier cosa. Por eso ser cermeño de pura cepa es no tanto ser, sino sentirse.
- ¿Se considera cermeño de pura cepa?
- Yo seré de las últimas personas que nací en Toro porque, de hecho, fue raro que yo naciera en Toro, fue un capricho de mi padre. Yo me considero de muchos sitios, no solo de aquí. Me considero muy de Salamanca porque estudié allí y pasé unos años maravillos en la Universidad y trabajando allí. Yo me considero de donde me he sentido querido y me he sentido querido en muchos sitios. Ahora me considero muy gallego también porque estoy superfeliz en La Coruña y la gente me quiere mucho y me siento muy gallego también, pero no renuncio a las raíces. Tampoco soy un talibán, no hago como mucha gente que dice que somos los mejores en todo, que es lo típico que se discute en las bodas. El cermeño tiene muchísimas cosas buenas y tiene otras menos buenas como la terquedad, pero ser cermeño es una cosa muy linda .
- ¿El grupo ha servido para unir un poco más a los toresanos?
- Es muy presuntuoso pensar eso. Por lo que a mí me comentan, porque ahora lo estoy viviendo un poco in situ desde que he venido a Toro hace dos semanas, aparte de lo que leo, cuando estoy por aquí, la gente me saluda y me hace comentarios y quizá en parte sí, la gente se siente un poco más cercana o gente con la que a lo mejor normalmente no te saludabas, ahora te saludas.
- ¿Nota el cariño de la gente? ¿Que se le acerca gente a la que no conocía?
- Sí, muchísimo. Me da mucha vergüenza. Se me acerca gente que conocía de vista o con la que nunca había hablado y me da mucho apuro, pero agradezco que vengan a darme un cariño o a decirme unas palabras. Y surgen cosas muy bonitas: que te digan que gente que está pasando un mal momento, por enfermedad o por lo que sea, que todo este invento les consigue arrancar una sonrisa o animar un rato no tiene precio.
El mayor egoísta y el mayor beneficiado de todo esto soy yo porque a mí lo que me anima esto, las risas que paso, los buenos momentos y el haber estrechado más los lazos con la tierra... yo siempre digo que el mayor beneficiado soy yo porque soy el que más lo está disfrutando con diferencia.
- ¿Y si los toresanos estuvieran más unidos en lo que verdaderamente importa?
- Eso es mucho pedir. Hay ciertos temas que son un poco tabú: la política, la economía, incluso la religión son muy difíciles. Para hablar de cachondeo o de chistes y de dichos populares, todos más o menos nos ponemos de acuerdo, pero cuando entramos en temas más serios es difícil ponerse de acuerdo. Es aún más difícil a través de una red social porque en las redes sociales está el lenguaje que yo llamo indirecto, el lenguaje escrito o leído es muy complicado y es que hay que tener tanto en cuenta el cómo se escribe como el ponerse en la piel del que lo va a leer.
- ¿Qué tal fue la queimada como primera quedada cermeña?
- Estuvo muy bien, fue una cosa improvisada. No tiene nada que ver comigo por lo gallego ni por mi mujer. Surgió porque Manolo, que es un amigo de toda la vida, es de la zona de León, al lado de Asturias, y él hace muchas queimadas cuando está en su pueblo, allí hay mucha tradición. Lo bueno que tienen las queimadas es que es una cosa que se prepara en cinco minutos y te ríes con el conjuro y, si la preparas bien, te coges una "melopea del 15". Y hace un tiempo, estábamos en su chiringuito y Manolo le dijo a mi mujer "gallega, te voy a hacer una queimada y te vas a enterar de cómo se hacen las queimadas buenas". Y yo le dije "si hacemos una queimada, la hacemos para todos los cermeños". Y esa noche cuando llegué, lo puse en el grupo. Estas cosas no hay que pensarlas, hay que hacerlas y ya está. Y quedó muy bien, tuvo muy buena acogida. Lo hicimos un viernes para probar, pero fue una toma de contacto. Haremos más, no sé si queimadas o qué.
- ¿Tiene planeados ya más eventos?
- No hay planeado nada, pero se hará. Yo la vida la calculo en porcentajes y mi porcentaje de improvisación cada vez va subiendo. Hasta hace poco, pensaba que la vida era 70% improvisación y 30% planificación. Cada vez pienso que es más improvisación y menos planificación y ahora estoy en el 85%. Realmente, la vida se define por los pequeños detalles y con todo esto de los cermeños, si quieres planificar una cosa perfecta y con tanta gente, no te vas a poner de acuerdo ni con el día ni con el lugar ni a lo mejor con la temática de la fiesta. Esto hay que decidirlo y tirar para adelante. Y lo siento muchísimo por la gente que no pueda o le venga mal, pero como haremos más cosas, va a haber para todos.
- ¿Cuál es su palabra o expresión cermeña favorita?
- 'Bausán' porque se lo llamo a mi hijo a todas horas y a mi hija, 'fusera'. Lo primero que le dije a mi hijo cuando nació fue "tienes cara de bausán". 'Bausán' lo utilizo a todas horas. En el día a día en el colegio no se me ha escapado nunca, pero lo he tenido en la punta de la lengua.
- ¿Suelen escapársele en su día a día en Galicia las palabras del vocabulario cermeño?
- No. En casa, sí, pero cuando estoy en el trabajo, cambio el chip y no suelto ni un "cermeñismo". De momento, no. A la familia de mi mujer sí que los estoy asilvestrando un poco y les suelto alguno de vez en cuando y se ríen.
- ¿Toro engancha?
- Sí, porque tiene muchas cosa que no valoramos. Aparte del vino, las vistas a la Vega, el embutido,... todo lo que tiene Toro engancha muchísimo. Muchas veces nos cuesta creerlo, pero fuera de estas tierras se conoce muchísimo Toro. A mí me ha pasado muchas veces, y que no se mosqueen los de Zamora, estar por ahí y decir que soy de la zona de Zamora y la gente me dice "Zamora me suena, pero no la ubico", entonces digo "es que soy de un pueblo que se llama Toro" y me dicen, "ah, sí, de donde el vino".
- ¿Su mujer, gallega, qué dice de todo esto que ha alcanzado el grupo?
- Le hace mucha gracia. A veces se mosquea porque dice que no hago nada porque estoy con el móvil o con la tablet o con el ordenador, pero por un lado está muy contenta y muy orgullosa. También le gusta mucho Toro, se está asalvajando también bastante (risas). Está muy contenta y ve el cariño de la gente conmigo y está orgullosa de ello.
- ¿Y sus hijos son pequeños cermeños?
- Tienen un equilibrio muy bueno, pero sí son muy cermeños. De hecho, con mi hija me parto de la risa porque cuando hemos estado en Toro el mes de agosto, luego llegaba al colegio y la miraban los otros niños con cara de terror porque decía "¿pero qué dices, maja?" con acento; tiene acento gallego, pero al estar aquí un mes... Además son muy carnavaleros los dos y les gusta mucho estar en Toro. Mis hijos son muy afortunados porque tienen la suerte de venir a Toro y disfrutar de lo mejor de aquí, y el pueblo de mi mujer, que es un pueblo costero, pequeño y con muchísimo encanto, también lo disfrutan muchísimo. Les gustan las dos cosas por igual. Ni mi mujer ni yo los condicionamos conscientemente y si a mi hija le preguntas si le gusta más Toro o Laxe, dice que los dos. No se decanta, es muy diplomática.
- Hablando de las fiestas, ¿qué dice de la petición popular de que sea pregonero?
- Me da muchísima vergüenza. Pienso que hay gente que lo dice en serio y se lo agradezco, pero pienso que no va a seguir adelante porque no me creo merecedor de tal honor. Creo que lo más grande que te puede pasar como toresano es ser pregonero en las fiestas, no creo que haya nada más bonito y creo que está reservado a gente que haya hecho algo para merecerlo. Si surgiera y se alineasen los planetas, creo que es algo a lo que no te puedes negar; lo aceptaría con mucho orgullo y, a la vez, con mucha vergüenza y mucha responsabilidad. Es como si te dicen "te regalo un billete de lotería premiado", te da mucha vergüenza cogerlo, pero no lo puedes rechazar.
También me da mucha vergüenza porque se me viene a la cabeza mucha gente que podría ser merecedora de ese honor como Óscar Díez, que está llevando el nombre de Toro por delante o David Rivas que, a través de la música, tambén ha llevado el nombre de Toro muy adelante. No me gustan las comparaciones, pero me veo tan pequeño al lado de ellos en el tema de llevar a Toro adelante por la vida, que me parecería injusto. ¿Por qué yo y por qué no ellos? De todas formas, salga o no salga, que no creo que vaya a salir, mi agradecimiento a la gente y a las palabras de cariño es eterno. Yo ya me siento afortunado solo con el cariño de la gente.
- ¿El cariño de la gente es lo mejor que se lleva de haber creado el grupo?
- Sí, me llevo el cariño de la gente y, sobre todo, el que alguien que lo pueda necesitar se haya aprovechado de esto para tener un momento de desconexión o de sonrisa. Si ha servido para eso, merece la pena todo el esfuerzo (que ha sido cero), todos los comentarios leídos... La idea ha merecido la pena solo por sacar unas sonrisas y que haya un poco de buen rollo.
- También hay personas que no tienen perfil en Facebook, pero que se sienten parte del grupo a través de hijos, nietos o familiares que les comentan lo que se escribe o les dan ideas ellos mismos para escribir algo.
Mi madre, que es antitecnológica, pero siempre me dice "pon esto, que me he acordado". Y como mi madre, muchos. También hay mucha gente, mayor y no mayor, que no tenía Facebook y se lo ha hecho para entrar en el grupo y poder comentar y leer de primera mano.