El mundo de las Artes despide en Toro a uno de sus grandes

Representantes institucionales y de la Cultura, músicos profesionales y aficionados y el pueblo toresano tributan una emotiva despedida a Jesús López Cobos, que ya reposa en Sancti Spiritus.

Representantes del mundo de la Cultura, representantes institucionales y toresanos de a pie han despedido con toda solemnidad al director de orquesta Jesús López Cobos en un funeral sencillo, emotivo y perfectamente organizado por el Ayuntamiento de Toro, que en todo momento ha estado en contacto con la familia del músico para despedir al músico, Hijo Predilecto de la Ciudad.

Así, hasta Toro se desplazaban este mediodía la consejera de Cultura y la directora general de Políticas Culturales de la Junta de Castilla y León; senadores del Reino de España; procuradores de las cortes de Castilla y León; representantes de diversas Diputaciones provinciales, la presidenta de la Diputación de Zamora, el subdelegado del Gobierno en Zamora y el delegado territorial de la Junta de Castilla y León, representantes de Policía Nacional, Guardia Civil y Policía Municipal de Toro, exalcaldes de Toro así como gran número de alcaldes del Alfoz toresano y concejales del Ayuntamiento de Zamora y de otros municipios del Alfoz.

El funeral ha contado asimismo con representación de la Fundación Princesa de Asturias, miembros de la OSCyL, músicos de la Orquesta de Cámara de Lausana, de la Orquesta de Málaga, de Orquesta de Córdoba o el director artísico de la Orquesta Nacional de España (ONE), miembros del Coro del Teatro Real y miembros del Coro Nacional de España que en su mayoría acudían a Toro a título personal para despedir a un maestro bajo cuyas órdenes trabajaron en algún punto de su vida.

Entre los centenares de asistentes que han despedido a Jesús López Cobos, muchos jóvenes músicos de distintas formaciones de la provincia, alumnos de la Escuela Municipal de Música Jesús López Cobos, así como los pintores Antonio Pedrero, Fernando Lozano Bordell o Carlos Piñel, el historiador José Navarro Talegón o la soprano Conchi Moyano (quien trabajó con el director toresano en el Teatro Real); también a La Colegiata han acudido conocidos bodegueros como Manolo Fariña o Juan Antonio (Liberalia), un apasionado de la música.

En las teclas del órgano de la Colegiata, las expertas manos de Jesús de la Sota, quien tantos años estuvo al frente de la Banda la Lira, ilustraban musicalmente varios pasajes de la misa.

También se han desplazado a la ciudad toresana grandes empresarios y filántropos que han preferido mezclarse entre la gente y despedir de forma discreta y sencilla a quien fue su amigo y gran mecenas de la Escuela Municipal de Música que lleva su nombre.

Pero sobre todo no ha faltado el calor y el respeto pueblo toresano, su querido pueblo toresano, que ha guardado un emotivo silencio en esta jornada de duelo para romper en una cerrada ovación cuando el féretro de su paisano más universal partía desde La Colegiata hasta Sancti Spiritus, donde ha recibido sepultura en la intimidad.

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