El fervor y devoción del pueblo toresano se rinde ante la Imagen del Cristo del Amparo
La magnífica imagen, que presidió la exposición AQVA en las Edades del Hombre, salió la noche del Lunes Santo en procesión arropada por decenas de cofrades.
Más de cuatrocientos mil ojos se posaron en sus carnes el año en que las Edades del Hombre reinaron en Toro, esta noche volvió a resurgir él ,como cada Lunes Santo, el Cristo del Amparo que salía a las calles de Toro impregnándolas de silencio y de fervor solo roto por el sonido de las matracas y el bombardino, el silencio se hizo en la ciudad para acompañarlo.
Con los cofrades ataviados con capas y portando faroles en sus manos, la impresionante imagen del Cristo del Amparo que se venera en la Santísima Trinidad, una de las imágenes de mayor devoción entre los toresanos, recorría en la noche del Lunes Santo las calles de Toro.
Respeto, silencio y fervor presidieron un año más el paso del Crucificado por la ciudad a hombros de sus cofrades. Más de cuatrocientos mil ojos se posaron sobre Él durante seis meses. Pero anoche, en la intimidad, el Cristo del Amparo conocía en verdad el amor de toda una ciudad.
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