Bailes que llegan al Sáhara

Numerosos toresanos y vecinos de los municipios que conforman el Alfoz de Toro volvieron a dar muestras de su solidaridad en la noche del sábado, al asistir a la celebración, en el teatro Latorre, del II Festival de Baile Toro Solidario con el proyecto "Vacaciones en paz" de la Asociación Zamora con el Sáhara, en el que participaron, con sus actuaciones de baile, cuatro grupos, tanto toresanos como de otras localidades.

Esta gala, organizada por la Asociación Zamora con el Sáhara, tenía como objetivo recaudar fondos, a través de la venta de entradas, para colaborar con el programa "Vacaciones en paz", que supone la admisión temporal de niños saharauis, de entre ocho y doce años, en casas de familias españolas desde finales de junio hasta finales de agosto, con la finalidad de que puedan mejorar sus condiciones de vida durante el verano. Con las familias de acogida, estos niños, además de recibir, y de dar, mucho cariño, pueden pasar revisiones médicas, mejorar su alimentación y sus condiciones de vida, y realizar todo tipo de actividades, casi todas nuevas para ellos.

Durante el festival de baile, que fue presentado por Marisol Cámara, ofrecieron sus actuaciones cuatro grupos, que colaboraron con la Asociación zamorana de forma desinteresada. Así, la primera actuación fue la del grupo flamenco Sanrolé, de la localidad vallisoletana San Román de Hornija, que encandiló al público presente con cuatro bailes, todos ellos de diversos palos del flamenco, que fueron dos sevillanas, una de abanico y otra de mantón, una rumba y una alegría, con las que mostraron su elegancia y su fuerza a la hora de interpretar este tipo de bailes.

Seguidamente, llegó la ovación más cálida de la noche, la dedicada a la pareja de baile más joven, compuesta por los niños Alan Martín Fernández y Nazaret García Rincón, quienes decidieron bailar juntos, por primera vez, para colaborar con este proyecto de carácter humanitario. El público aplaudió entusiasmado su buen hacer sobre el escenario del Latorre, tras admirar su arte con los dos bailes que ofrecieron, una sevillana en la que Alan Martín bailaba con capote de torero, mientras que Nazaret García se movía con mantón de manila, y una segunda pieza en la que mostraron su baile por separado.

Después llegó el turno del grupo zamorano Alma Rociera, a cuyo frente se encuentra la profesora de sevillanas Irene Calvo, quien bailó varias piezas, tanto con su hija como con algunos alumnos. Para los asistentes fue un regalo el baile de cinco sevillanas rocieras, en las que los integrantes del grupo demostraron su dominio del flamenco y su compromiso con los temas solidarios.

Finalmente, al escenario salieron las niñas que conforman el grupo infantil de jotas Tío Babú, de Toro, quienes, pese a su corta edad, puesto que tienen entre siete y diez años, pisaron con decisión las tablas del teatro, y es que ya han participado en otras actuaciones. Con alegría y ganas de demostrar que el arte no depende de la edad, el grupo bailó nueve jotas, de distintos tipos y lugares de la provincia, que pusieron un broche de oro a una velada dedicada a ayudar a quienes más lo necesitan, que, en esta ocasión, eran los niños saharauis.

Tras las actuaciones, la presidenta de la Asociación Zamora con el Sáhara, Inés Prieto, agradeció la generosidad de todos los presentes, tanto el público como los participantes en la gala benéfica, e hizo entrega a los grupos de unos detalles que simbolizaban este agradecimiento. Aseguró que la participación "ha sido buena", y se mostró contenta porque "Toro ha vuelto a volcarse con el pueblo saharaui"; además, ensalzó la participación de los grupos que actuaron, señalando que "los grupos han actuado magníficamente y los niños son unos artistas increíbles".

Prieto confirmó que este año serán 40 los niños saharauis que pasarán el verano en diversas localidades de la provincia de Zamora, de los que tres serán acogidos por familias toresanas.

Cabe recordar que el programa "Vacaciones en paz" es un proyecto de la Asociación Zamora con el Sáhara, asociación que se creó en 1999. El programa de vacaciones se inició en el año 1994, y desde entonces su actividad se ha incrementado de forma notable, pasando de los 16 niños que pasaron el verano en la provincia en 2007 a los 40 niños que vendrán este año.

Su objetivo principal es el de ayudar al pueblo saharaui y pedir su autodeterminación para que pueda vivir dignamente y salir de los campamentos de refugiados, en los que permanecen desde el año 1985. Y es que el pueblo saharaui es un pueblo sin derechos, que sobrevive repartido en campamentos de refugiados instalados en Tinduf (Argelia), soportando condiciones infrahumanas, siempre esperando una solución que nunca llega y pendientes de la ayuda internacional. La población de los campamentos se sitúa en unas doscientas mil personas, de las que unas cincuenta mil son niños.

Tras la gala, todo aquél que esté interesado en colaborar con este proyecto puede ingresar sus donativos en la cuenta que la Asociación tiene en Caja Rural de Zamora.

Galería de imágenes del acto pinche aquí.

Fotos: Daniel Martín Cámara.