Azucarera centraliza su producción en Toro y presenta un ERE para 251 empleados
En un giro estratégico para garantizar su viabilidad futura, Azucarera ha anunciado hoy una profunda reestructuración de su modelo industrial que supondrá la centralización de toda la molturación de remolacha del norte de España en su planta de Toro (Zamora), el cese de dicha actividad en las fábricas de La Bañeza (León) y Miranda de Ebro (Burgos), y la reconversión de esta última en una refinería de azúcar.
La decisión, según ha explicado el consejero delegado de la compañía, Juan Luis Rivero, llega tras un “profundo análisis de todos los escenarios posibles” y responde a un contexto adverso marcado por costes operativos insostenibles, caída de rendimientos agrícolas y la competencia internacional con ventajas regulatorias y de precio. “Es la única forma de garantizar nuestra sostenibilidad y el futuro de la empresa”, ha afirmado.
El ajuste industrial conllevará la presentación de un Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que afectará a 251 trabajadores repartidos entre los centros productivos y las oficinas corporativas en Madrid y Barcelona. La empresa ya ha iniciado el proceso de consultas con los representantes sindicales con el compromiso de buscar alternativas que minimicen el impacto social de la medida.
Pese a la reducción de centros, Azucarera mantendrá tres polos productivos estratégicos: Jerez de la Frontera (Cádiz) y Miranda de Ebro, ambas cerca de puertos comerciales clave, y Toro, que pasará a ser el único centro de molturación de remolacha del norte. También conservará sus plantas de envasado en Benavente (Zamora) y Jerez.
La compañía justifica la reorganización como una medida necesaria para devolver la competitividad al sector azucarero nacional. El elevado coste de mantener tres centros de molturación operativos, junto a la prohibición del uso de sustancias activas clave en el cultivo de la remolacha, ha debilitado la rentabilidad del negocio, incluso pese a las inversiones recientes en modernización y desarrollo comercial.
“La molturación en Toro nos permitirá ahorrar costes estructurales y enfocar recursos en innovación agrícola”, ha destacado Rivero. Además, ha recalcado que Azucarera seguirá fomentando la siembra de remolacha y apoyando al sector agrario con el objetivo de mejorar su rentabilidad frente a cultivos alternativos.
Con la nueva configuración, Azucarera pretende producir azúcar durante todo el año: en el sur mediante la planta de Jerez y en el norte con la nueva refinería en Miranda. A ello se suma la campaña anual de remolacha en Toro, que seguirá siendo un eje clave para el abastecimiento nacional. “Seremos más ágiles y competitivos, sin renunciar a los más altos estándares de calidad y seguridad alimentaria”, ha subrayado el consejero delegado.