Última Hora | Entre el cielo, el fuego y el Lago: Sanabria resiste su pesadilla
Desde la tarde-noche de ayer, los frentes han vuelto a complicarse y el humo se ha adueñado del paisaje, cubriendo y despejando a su antojo la lámina de agua que durante miles de años fue glaciar, vida fría y pura, y hoy símbolo de resistencia.
El Lago de Sanabria sangra en silencio. Vapuleado por las llamaradas del Cañón del Tera, convertido ahora en fumarola interminable, mira al sol tamizado por el marrón del humo. Allí, en Ribadelago, los vecinos viven con la misma expectación y la misma intranquilidad que no se apaga desde hace doce días, mientras las llamas amenazan con volver a golpear un lugar marcado por la tragedia.
En San Ciprián, la súplica se repite: que llueva, que el viento amaine, que el fuego no avance más. En cada cambio de dirección del aire, un corazón se encoge y una lágrima brota, porque quienes aman esta tierra saben que cada ráfaga puede ser decisiva.
Sanabria mantiene el tipo, Zamora empuja. Y cientos de personas sienten la necesidad de ayudar, como lo hicieron en otras tragedias —en Ucrania, en la DANA, en tantos desastres— porque la solidaridad siempre es la primera línea de defensa. La subida a San Martín de Castañeda desde la carretera que bordea el Lago es de película de terror, el resplandor esta noche será lo que muchos vean desde sus casas y si el humo no lo inunda todo quizá esta noche si baja la temperatura y se da la inversión térmica el maldito fuego no tenga por donde correr porque el rocío lo pare en parte.
La leyenda cuenta que una vez el cielo se abrió para salvar a los hijos del Lago de la riada, aunque 144 perecieron. Hoy el deseo es el mismo: que el fuego no sea verdugo, que el hombre aprenda dónde estuvo el fallo, porque lo hubo, y lo hay.
Con el cielo, el agua, el humo y la tierra como testigos, Sanabria resiste este nuevo capítulo de su historia milenaria. Y con ella resisten todos los zamoranos, con el corazón en un puño y la esperanza intacta de que mañana el Lago vuelva a reflejar solo el sol, y no las cicatrices del fuego.
Hoy ... en la parte leonesa el viento norte ayuda a frenar la velocidad del incendio bajando ladera. Esto ha permitido trabajar con máquina para establecer líneas de contención. Las previsiones nocturnas es que estas contenciones sean efectivas siempre y cuando la meteorología ayude.
En la parte de Zamora los trabajos en el frente de San Ciprián han dado buenos resultados y existe la posibilidad de que esta noche se elimine ese foco, si todo sale bien. Las previsiones meteorológicas para esta noche dan una ventana de oportunidad antes de que empeoren a lo largo de la mañana del miércoles que llegarán de nuevo vientos cambiantes.
En el cañón del Tera el incendio es una continua reactivación entre las rocas, se apaga solo con medios aéreos y vuelve a reactivarse. Necesitará de varios días para su control.