Un petardo en la cabeza lo manda al hospital: crece la ola de ataques vandálicos en Zamora
Los hechos, calificados como un acto de vandalismo con tintes xenófobos, ocurrieron en la calle Tres Cruces, frente a un bazar regentado por ciudadanos chinos.
El afectado relata que se dirigía a realizar unas compras en un supermercado cercano cuando sintió un violento impacto en la cabeza, justo por encima del oído izquierdo. “Me explotó un petardo en la cabeza mientras caminaba, justo a la altura del bazar Tres Cruces. Caí al suelo aturdido, y al instante me atendieron viandantes y los propios comerciantes del bazar, que grabaron el momento con sus cámaras de seguridad”, explica J.A.
Los primeros indicios apuntan a que el autor de la agresión fue un joven que circulaba en patinete y que lanzó un artefacto explosivo contra la víctima, alcanzándole de lleno en la cabeza. Tras el ataque, el individuo huyó por la calle sin más problema, sin que hasta el momento haya sido identificado.
El suceso ha destapado un trasfondo preocupante: ataques reiterados contra negocios regentados por ciudadanos chinos en la zona. “Por lo que me contaron después, estos hechos no son aislados. Los responsables de varios bazares me explicaron que han sufrido insultos, amenazas e intentos de robo por parte de grupos de jóvenes, al parecer organizados, que buscan intimidarles”, asegura el agredido. “Parece que esta vez iban a por ellos, pero me tocó a mí”.
Las lesiones de J.A. son de consideración. Permanece en observación con una inflamación interna en el oído y ha perdido más del 50% de audición en el lado izquierdo. “Estoy a la espera de ver si es necesaria una intervención quirúrgica. Además, el trauma me ha afectado laboralmente; tenía una oferta de empleo que he perdido por no poder incorporarme”, lamenta.
El vecino de Zamora exige que estos actos no queden impunes. “Esto debe conocerse. No puede volver a sucederle a nadie. Hoy he sido yo, pero mañana podría ser un niño o cualquier otra persona con consecuencias aún peores”. Pide que las autoridades actúen con contundencia y que los responsables sean identificados y castigados.
La Policía Nacional ya investiga los hechos y ha recogido las grabaciones de las cámaras de seguridad del establecimiento para tratar de identificar al agresor.
Este episodio ha generado gran preocupación entre los comerciantes asiáticos de la zona, que denuncian sentirse desprotegidos ante la creciente oleada de ataques y actos vandálicos, no es el primero y si no hay quien los detenga podrían causar males mayores. “Los comerciantes chinos son muy discretos y trabajadores, pero se sienten atemorizados. Nadie debería sufrir este acoso por su nacionalidad”, concluye J.A.
La seguridad en las calles de Zamora, que siempre se ha considerado una ciudad tranquila, se ve ahora cuestionada por sucesos como este. Los vecinos exigen mayor vigilancia y una respuesta firme ante estos brotes de violencia callejera que ponen en peligro la convivencia y la integridad física de los ciudadanos.