Incendios en Castromil y Porto: contradicciones y lentitud en la respuesta en Zamora
Castromil y Porto, escenarios de fuegos con diferentes niveles de control y escasa presencia de medios
La provincia de Zamora continúa marcada por la presencia de tres incendios forestales, aunque únicamente uno de ellos cuenta con un medio trabajando en la zona, según la información oficial de la Junta de Castilla y León (JCyL).
Dos de los fuegos se localizan en Castromil, donde, tras una noche fría y húmeda, la administración considera que no son necesarios medios de extinción. El tercero se encuentra en Porto, clasificado como controlado, pero con la única presencia de un celador que vigila la evolución.
Una nomenclatura que genera dudas
La gestión y clasificación de estos incendios vuelve a generar debate entre los vecinos y colectivos afectados. Mientras que en Castromil se habla de incendios activos sin medios, en Porto el fuego aparece como controlado pero con vigilancia mínima. Una aparente contradicción que alimenta la desconfianza hacia los protocolos de comunicación y declaración de los incendios forestales.
Diferencias en las horas de inicio
Especialmente llamativo resulta el caso del último incendio declarado en Castromil. Según los registros, las primeras llamadas de emergencia se produjeron a las 17:30 horas. En el lado portugués, el inicio se registró oficialmente a las 18:29 horas, mientras que en la parte española no se dio por declarado hasta las 19:00 horas, más de hora y media después de los primeros avisos.
La rapidez, asignatura pendiente
Vecinos y observadores insisten en que en los incendios forestales cada minuto cuenta: cuanto antes se actúe, más fácil resulta controlar las llamas y evitar la propagación. Sin embargo, la percepción general es que la rapidez sigue brillando por su ausencia en la respuesta de las administraciones a este tipo de emergencias.
Preocupación en la provincia
Con el recuerdo aún vivo de los grandes incendios que han devastado Zamora en los últimos veranos, la ciudadanía exige mayor transparencia en la comunicación de datos y un refuerzo real de medios de extinción, incluso en aquellos incendios que se consideran de menor riesgo.
De momento, la situación en Castromil y Porto se mantiene bajo vigilancia, pero la gestión de los tiempos y la falta de recursos sobre el terreno vuelven a encender las críticas en una provincia especialmente castigada por el fuego.