La Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales (FAADA) ha anunciado que se personará como acusación popular en el caso de la matanza de una camada de gatos en la localidad zamorana de Boya. La organización ha tomado esta decisión tras la brutalidad de los hechos y la existencia de pruebas que señalan a posibles responsables.

Los voluntarios del cuidado de los gatos comunitarios de Boya denunciaron recientemente el asesinato de cuatro crías de gato, de tan solo unos días de vida, pertenecientes a la colonia felina de la zona. Esta colonia, establecida desde hace varios años, se mantiene gracias al esfuerzo de algunos habitantes del pueblo, quienes proporcionan cuidados, alimentación y desparasitación a los animales sin recibir ningún tipo de ayuda institucional.

El incidente tuvo lugar este mayo, cuando la investigada por el SEPRONA acabó con gran brutalidad con la vida de varias crías que todavía eran amamantadas por su madre. Los cuidadores de la colonia, que se habían encargado de la madre y sus crías, informaron inmediatamente de los hechos a la Guardia Civil. Los agentes se personaron en el lugar para realizar el registro documental necesario y recoger pruebas para la investigación.

Desde FAADA están decididos a buscar justicia. "No importa la espera para que se haga justicia, lo único que cuenta es conseguir la mayor pena posible para los responsables de este crimen". Además, exigirán al Ayuntamiento de Boya una gestión efectiva mediante el método CER (Captura, Esterilización y Retorno) de los gatos del municipio, para garantizar su protección y bienestar, hasta ahora a cargo exclusivamente de los cuidadores locales.

Los cuidadores han denunciado previamente amenazas constantes de violencia hacia los gatos por parte de otros habitantes del pueblo y han reclamado un plan de sensibilización para informar a la ciudadanía sobre la protección legal de estos animales. La matanza reciente confirma sus temores y ha generado una profunda indignación en la comunidad.

La colonia felina de Boya, que actualmente supera los 40 ejemplares, sobrevive gracias a la implicación de personas del pueblo. Sin embargo, esta situación ha sido aprovechada por algún vecino para proceder "como se hacía antes", según los cuidadores. A pesar de sus avisos, la brutal realidad se materializó con la muerte de las crías.

FAADA y la comunidad de Boya esperan que la justicia actúe con rapidez y que se tomen las medidas necesarias para proteger a la colonia felina de futuros ataques. La movilización y el apoyo a los dos cuidadores han crecido, si bien los vecinos mantienen una lucha común en contra de la protección y el bienestar de los animales.