Cuatro años y tres detenidos ponen fin al Crimen del Lago, una operación compleja de tintes internacionales
Han sido cuatro años de investigación hasta esclarecer el llamado ‘Crimen del Lago’. La Comandancia de la Guardia Civil de Zamora ha puesto fin a una investigación que arrancó en diciembre de 2019 tras el hallazgo de un cuerpo de un ciudadano de nacionalidad portuguesa en la orilla del río del paraje conocido como Pozo Muerto en la localidad de Galende. Hay tres detenidos lusos que mantenían un vínculo de amistad con la víctima.
Si bien en un inicio el cuerpo no portaba identificación alguna más allá de un paquete de tabaco de la marca ‘Handelsgold’. Tampoco se halló ningún vehículo estacionado o abandonado en las inmediaciones.
Por todo ello, el Laboratorio de Criminalística de la Guardia Civil tomó muestras de ADN requiriendo la cooperación del resto de cuerpos policiales para su identificación. No fue hasta julio de 2020, -siete meses después de la confirmación de la muerte por asfixia por sumersión-, cuando las autoridades policiales de Reino Unido confirmaron la identidad del fallecido que contaba con antecedentes policiales en su sistema. Se trataba de un varón de 70 años delgado, de mediana estatura y nacionalidad portuguesa residente en Verín pero que también trabajó por un periodo de tiempo en Reino Unido.
Los primeros indicios valoraban varias líneas de investigación. Finalmente, ha sido el móvil económico el más probable ya que el fallecido percibía más de 35.000 euros procedentes de pensiones, tanto de Portugal (unos 200 euros mensuales) como del Reino Unido (de donde percibía otra cuantía de 600 euros).
La Guardia Civil dirigió entonces la investigación al entorno personal y social de la víctima en la localidad de Verín (Ourense) donde residía. Los investigadores confirmaron la relación del fallecido con personas con antecedentes policiales y penales por delitos violentos o contra la salud pública. Éstos aseguraron que la víctima había desaparecido en la localidad portuguesa de Chaves a primeros de mes de diciembre de 2019, un mes antes de su hallazgo.
La investigación se centró entonces en la persona que se encargaba de los cuidados del fallecido en Verín y de su compañero de piso. Es más, los agentes de la Guardia Civil descubrieron que la víctima tenía cuentas bancarias en común con uno de los sospechosos en Portugal, por lo que se establecieron mecanismos de coordinación con la Policía Judiciaria de ese país.
Es en ese momento cuando se descubrió la posible implicación de otra tercera persona que presuntamente mantenía una relación sentimental con la detenida.
Tras las muestras recabadas en dos vehículos propiedad de los investigados en la localidad de Chaves, y después de los registros en varios domicilios en la misma localidad portuguesa y de Vidago, la Policía Judiciaria detuvo a estas tres personas imputadas por su grado de implicación en el asesinato quienes fueron extraditadas y trasladadas a la prisión de A Ama (Pontevedra).
Ha sido una operación compleja “de características extraordinarias” que ha podido salir adelante pese a la irrupción que en su día supuso la llegada del Covid-19 y las consiguientes restricciones y que se ha saldado con la detención de tres personas (dos de ellos de edad similar y un tercero de 49 años), igualmente de nacionalidad portuguesa y que compartían vivienda con la víctima.
"Ha sido el trabajo y la dedicación constante, sin desfallecer" de los profesionales y todos los cuerpos que han formado parte de esta investigación, lo que ha permitido cerrar este caso en el que la suerte no ha tenido nada que ver y que se ha dado a conocer en este 22 de diciembre, coincidiendo con el día del Sorteo Extraordinario de Navidad Así lo ha señalado Héctor David Pulido, Jefe de la Guardia Civil de Zamora, que ha asegurado que la Guardia Civil cuenta con un equipo que asegura que los zamoranos se sientan "muy seguros".
La investigación ha podido resolverse con éxito gracias a la implicación de fuerzas policiales y judiciales en España, Portugal y Reino Unido. Ha sido necesario coordinar unidades de la Guardia Civil, policía judicial portuguesa, GNR, entre otros, todo ello con personal especializado y con conocimiento pleno del portugués, gallego y castellano.