Aliste, atrapada en una lengua de fuego: el incendio de Puercas avanza hacia Losacio y amenaza con otra noche de evacuaciones
El incendio declarado en Puercas de Aliste sigue desbocado y avanza de forma implacable hacia Losacio, una localidad que ya vivió hace tres años la pesadilla de las llamas y que hoy vuelve a estar en el punto de mira.
Los números hablan por sí solos: 6 cuadrillas terrestres, 4 autobombas, 2 bulldozers, 4 unidades helitransportadas y un total de 33 medios, a los que se suman 4 helicópteros y 4 hidroaviones, trabajan sin descanso en una zona donde el viento, con rachas de hasta 35 km/h, se convierte en el peor aliado de las llamas. El fuego salta de un lado a otro de las carreteras ZA-P-1405 y ZA-P-2433, complicando aún más las labores de extinción.
La amenaza no se limita a Puercas y Losacio: Vegalatrave también está en peligro, mientras el calor extremo —con temperaturas entre 32 y 39 ºC— seca hasta el último resquicio de humedad. Cada descarga de helicóptero y cada pasada de hidroavión se convierten en bocanadas de esperanza, aunque apenas logran contener el avance del fuego. En tierra, la UME, las BRIF, los técnicos de la Junta y vecinos de la zona luchan codo a codo, señalando balsas y puntos de agua para acelerar el trabajo de los medios aéreos.
Al caer el sol, los helicópteros y aviones se retirarán y quedarán las brigadas nocturnas para contener la lengua de fuego que se abre paso entre pinares y monte bajo. La noche promete ser de miedo, con la amenaza de nuevas evacuaciones que ya forman parte del triste guion de estos días.
En el aire, el humo es tan denso que apenas se respira. En tierra, la tensión es palpable. Y en el corazón de Aliste, la sensación es clara: Zamora vuelve a tener una lengua de fuego atroz que amenaza con devorar todo a su paso.