Más de 3.000 personas visitan y rinden culto al Señor de Zamora, el Cristo de las Injurias

Emoción a flor de piel, lágrimas y respeto ante una imagen seria y austera, cargada de simbolismo y realismo en su figura como la vida misma. El Cristo de las Injurias ponía esta tarde un halo de respeto en la Catedral de Zamora que se llenaba de fieles y devotos de una figura emblemática que dejaba la capilla de San Bernardo vacía para llenar la Seo con el lento caminar de miles de zamoranos que no han querido dejar de pasar para venerar su imagen.

Una organización perfecta de toda la directiva de la Real Hermandad dejaba claro que por seguridad y orden no iba a ser. Toma de temperatura, lavado de manos y una cola enorme que se avivaba según pasaba la tarde por la necesidad de ver al Señor de Zamora en su mesa de procesión que no vivirá tampoco este 2021.

Los hermanos mantenían filas organizadas, con leyendas en el suelo para mantener la distancia, todo en perfecto orden y silencio que no era tal al ver al Cristo que ha quedado en su mesa majestuoso como acostumbra todos los años en el tiempo de Pasión. Con muchas ganas de sacarlo al atrio se han quedado pero ha podido la responsabilidad y también el respeto. No había que jugarse nada ante la devoción de los zamoranos y también de los visitantes de la Comunidad que están siendo muchos también en estos días.