Hoy hubiera sido el día en el que la Tuna Universitaria de Zamora le hubiera cantado a su madrina la Virgen de la Soledad, lo recordamos para todos

El rito de pasar a los niños ante la Virgen, con la intervención de la Tuna Universitaria de Zamora, era el momento en que precede al rito de entrada de las Damas de la Soledad de la Cofradía de Jesús Nazareno. Este año no ha podido ser pero nos negamos a no poder recordarlo y vivirlo de nuevo. Aportaremos cada día parte de nuestro archivo y las entrevistas que hemos realizado a todos los presidentes de las cofradías y hermandades para hacer la Semana Santa mucho más larga de lo normal, mostraremos lo nuestro con lo nuevo y lo que hemos generado durante estos años para que la Semana Santa perviva siempre. Vamos con la Tuna y pongamos una nota de alegría entre tanta preocupación

Bajo la protección de su manto, la Cofradía de Jesús Nazareno ha celebrado hoy, coincidiendo con el rito de entrada de las Damas de la Soledad que se iniciaría a partir de las 19 horas, el rito de pasar a los niños, cofrades y damas, por el manto de la Virgen. El acto es el que hubiera contado con la intervención de la Tuna Universitaria de Zamora, que tiene por Madrina a la Virgen de la Soledad.

No nos resignamos a disfrutar del momento que teníamos grabado, solo son dos minutos pero el emocionado recuerdo será grato para todos.

Ella es la principal devoción de la cofradía y la Madre de todos los zamoranos, la Virgen más querida. Muchos de los niños que hoy han pasado bajo su manto aprenderán a rezarle en San Juan y la acompañarán en la madrugada del Viernes Santo o en la tarde del Sábado Santo por las calles de Zamora.

La Tuna de Zamora muestra cada año su devoción, su alegría y su cariño por la Virgen de la Soledad, a la que tienen por Madrina y ante la que cada año ofrecen sus canciones al igual que rondan bajo los balcones de las mujeres a las que aman, de sus hermanas, de sus madres. Hoy lo hubieran hecho ante la Madre, ante la Señora de Zamora.

La Virgen de la Soledad que a todos, niños, cofrades, damas, devotos, tunos, zamoranos, nos cobija bajo su manto. Para preservar la identidad de los niños hemos querido solo fotografiar a la Virgen de la Soledad que hoy lucía excelsa como de costumbre pero con un halo de alegría por ver pasar a tantos pequeños delante de ella.

Al finalizar los tunos en la puerta de entrada de la Iglesia de San Juan hubieran cantado sus típicas canciones para animar a las decenas de zamoranos que seguro hubieran cambiado hoy por el momento de alegría y disfrute con las evoluciones de los tunos zamoranos.