Las fotografías de la Semana Santa zamorana que reviven en los soportales del Ayuntamiento Viejo
En blanco y negro, estas fotografías evocan una atmósfera única y atemporal, donde cada detalle cobra un significado especial y cada rostro refleja la devoción y el fervor característicos de esta celebración religiosa
Entre las escenas capturadas figuran procesiones emblemáticas como la de Jesús Nazareno Vulgo Congregación, la Resurrección a la salida de la Iglesia de la Horta, la Vera Cruz y la Borriquita en la calle Santa Clara
El encanto nostálgico de la Semana Santa de Zamora se ha materializado una vez más en las calles de la ciudad, esta vez a través de la magia de la fotografía antigua. Bajo los soportales del Ayuntamiento Viejo, una colección de instantáneas capturadas por el fotógrafo Ángel Quintas ha cobrado vida, ofreciendo a los zamoranos y visitantes una ventana al pasado y un recordatorio de las tradiciones arraigadas en la ciudad.
Las imágenes, cuidadosamente seleccionadas, presentan escenas conmovedoras de la Pasión, retratando momentos significativos de las procesiones que han marcado la historia de la Semana Santa zamorana. En blanco y negro, estas fotografías evocan una atmósfera única y atemporal, donde cada detalle cobra un significado especial y cada rostro refleja la devoción y el fervor característicos de esta celebración religiosa.
Entre las escenas capturadas figuran procesiones emblemáticas como la de Jesús Nazareno Vulgo Congregación, la Resurrección a la salida de la Iglesia de la Horta, la Vera Cruz y la Borriquita en la calle Santa Clara. Estos momentos congelados en el tiempo permiten a los espectadores sumergirse en la esencia misma de la Semana Santa zamorana, conectando con una tradición que trasciende generaciones y que sigue siendo parte integral del tejido cultural de la ciudad.
Como cada año, estas fotografías antiguas han encontrado su hogar temporal en los soportales del Ayuntamiento Viejo, donde son recibidas con gran entusiasmo por parte de la comunidad local y los visitantes. En ellas, se vislumbra no solo el pasado glorioso de la Semana Santa de Zamora, sino también la promesa de un futuro donde estas tradiciones perdurarán, inquebrantables, en el corazón de la ciudad.