La Corona de Espinas cumple veinticinco años de devoción en el Lunes Santo de Zamora

Este año marca un hito especial para la Hermandad de la Tercera Caída en Zamora, ya que celebran el vigésimo quinto aniversario de la incorporación de la Corona de Espinas a su desfile procesional del Lunes Santo. Desde su introducción en 1999, esta pieza ha sido un símbolo de profunda devoción y emoción para los fieles zamoranos.
La Corona de Espinas es una obra maestra del reconocido escultor José Luis Alonso Coomonte, quien ha dejado una huella imborrable en la imaginería religiosa. Su estilo único, que fusiona la tradición con la modernidad, se refleja en esta impresionante pieza. Inspirada en la Pasión de Cristo, la corona está formada por una sucesión circular de rejas de arado romano entrelazadas, que recrean de manera imponente el símbolo de sufrimiento y redención.
Coomonte, conocido por su habilidad para explorar nuevas técnicas y materiales, ha elevado el hierro a un nivel casi divino en esta obra. La Corona de Espinas es una manifestación perfecta de la fusión entre la tradición y la innovación, siendo una expresión vívida de la fe arraigada en la historia y la cultura de Zamora, al tiempo que se adapta a las visiones contemporáneas de la religión.
La presencia de la Corona de Espinas en el desfile procesional del Lunes Santo ha sido un punto culminante para los devotos y espectadores durante un cuarto de siglo. Cada año, su paso evoca un profundo sentido de reverencia y reflexión, recordando a los fieles la importancia de la Pasión de Cristo y renovando su compromiso con la fe.
La trascendencia de esta obra no se limita a las calles de Zamora; en 2011, la Corona de Espinas fue exhibida en la exposición 'Passio' como parte de la muestra Las Edades del Hombre, celebrada en Medina del Campo y Medina de Rioseco. Este reconocimiento elevó aún más el estatus de esta obra maestra, destacando su importancia no solo a nivel local, sino también a nivel nacional e internacional.