De la infancia a la etapa adulta a través de la triple perspectiva de 'Alicia', la muestra de la zamorana Almü Colino
La sala de exposiciones del Castillo de Puebla de Sanabria acoge esta muestra hasta finales de enero
La autora propone un triple viaje con el vestido de Alicia como hilo conductor y muestra de la pérdida de inocencia con el paso de los años. Una exposición para sumergirse en el mundo de la depresión, los interrogantes de la infancia y los refugios más íntimos en la comarca
Un vestido rojo como hilo conductor. Una prenda erigida símbolo de la pérdida de la inocencia que supone la transición a la vida adulta así como el desgaste emocional qu se activa a la hora de afrontar una depresión.
Es el elemento unificador de las tres muestras en las que la zamorana Almü Colino ha puesto la piel y el alma con un trabajo que inició en el año 2018. Un viaje por los sentidos en el que toma como base sus propios recuerdos de infancia en Sanabria para tejer el duro proceso que supone abandonar la niñez para enfrentarse a las dudas, los miedos y las preguntas muchas veces sin respuesta.
Afrontando el doble papel de modelo y fotógrafa, la zamorana lo mismo se pone en la piel de una persona con depresión que recurre a la cianotipia para retratar los paisajes que le cautivaron durante su primeros años de vida para optar finalmente por el fotomontaje como técnica para mostrar el caos de 'Alicia en el país de las maravillas, obra cumbre de la literatura de Lewis Carroll. Eso sí, en esta exhibición se abandona el tradicional color azul claro -símbolo de inocencia y pureza de corazón- al que asociamos a este personaje, por el rojo.
Esta es precisamente la serie que cierra la muestra que hasta finales de enero se puede disfrutar en la sala de exposiciones del Castillo de Puebla de Sanabria. "Alicia es un cuento que me gusta mucho, aunque considero que de pequeños no llegamos a comprenderlo del todo". Esos paseos por los mundos sinsentido del sombrerero Loco, de la reina de corazones o los desvaríos del Gato de Cheshire suponen una oda al inconsciente, los sueños y el psicoanálisis que Almü ha sabido desgranar.
Jugando con interrogantes sobre la línea entre la realidad y los sueños, los conceptos del tiempo y el espacio o los miedos a lo desconocido, Almü apuesta por el fotomontaje como reflejo de esa transición 'a ciegas' hacia la madurez en la que la pureza de la inocencia va languideciendo, al igual que la pasión, la candidez y la emoción. Instantáneas que reflejan desde tres y hasta más de una veintena de imágenes superpuestas para dar esa sensación de pérdida y confusión y que van perdiendo fuerza a través de un vestido que abandono su inicial rojo intenso para tornarse en una prenda desgastada, sin rastro de vida, ni tampoco de la persona retratada cuyo cuerpo se ha vuelto invisible.
Alicia supone también un refugio como lo fue Sanabria para su autora durante muchos años y al que ahora rinde tributo insertándola como la segunda parte de su muestra. Apenas cuatro cianotipias de una selección que en origen componen más de un centenar reflejan algunos de los escenarios más especiales de la artista, entre ellas el Lago, El Puente de Sanabria, el Castillo de Puebla y la iglesia de la Alcobilla localizada dentro del término municipal de San Justo.
Un método que se aleja conscientemente del mundo digital para disfrutar del proceso de revelado y que otorga un aura diferente a los paisajes, tal y como revela la zamorana.
Su último viaje es, quizá, el más arriesgado, al menos para quien no ha pasado por el duro trance de padecer depresión. Los sentimientos de tristeza persistente, de pérdida del interés o la mezcla de incapacidad, pesimismo y culpa se tornaron como el verdadero reto para su autora que, antes de posar frente a la cámara, se entrevistó con personas que han vivido la experiencia de esta enfermedad, junto a psicólogos y especialistas en el mundo de la psiquiatría. "Pienso, luego resisto" es, ante todo, un viaje a lo desconocido en un mundo en el que los sentimientos de soledad, frustración y vacío son cada vez más comunes.