Cómo hacer esquejes de marihuana paso a paso

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Los esquejes permiten mantener la genética de una planta, de manera que si deseamos preservar los rasgos exactos de una planta madre esta es la forma indicada. El proceso no es complicado, sólo se deben aplicar las herramientas y materiales indicados.

¿Cómo hacer un esqueje de cannabis?

El esqueje es un fragmento del tallo, de la hoja, o la raíz de la planta madre o de las más jóvenes en fase vegetativa extraído con el propósito de reproducirlo. Para que este proceso sea posible es necesario introducir la muestra en sustrato o sembrar directamente en el suelo.

Hacer esquejes de una planta de cannabis es tan fácil como el de cualquier otra planta. Sólo debemos cortar la rama y esperar que sus raíces crezcan. Sin embargo, lo que hace especial a este proceso en la marihuana es que conserva la genética, garantizando sus rasgos.

Este proceso aplica cuando deseamos reproducir una planta única, que tiene el tamaño ideal, el color perfecto, el olor más agradable, el sabor más dulce y que sea productiva. Cuando las semillas germinan, así sean del mismo lote pueden ser diferentes una de la otra, esto puede ocurrir por la expresión genética transmitida por sus padres o su procedencia.

“Para evitar errores es importante elegir un banco de semillas de buena reputación”, así lo asegura Erik Collado Vidal, CEO de The Green Brand el growshop de referencia en España, debido a la garantía que ofrece sobre la genética de la madre y el padre de su stock de semillas. Además dispone de todas las herramientas que necesitamos para hacer un esqueje.

Bien sea para el entretenimiento, para uso terapéutico o medicinal, si has decidido hacer un esqueje de marihuana aquí te decimos paso a paso como hacerlo.

Elige una planta madre

Como lo que deseamos es reproducir una planta que tenga los mejores rasgos, lo primero que debemos hacer es elegir una planta madre o joven que sea adecuada para tomar la muestra. Para ello vamos a tomar en cuenta que el aroma sea intenso, los sabores suaves y dulces, con un alto nivel de resina y de floración rápida.

Seleccionar el tipo de enraizamiento

Para que los esquejes puedan desarrollar sus raíces de la forma adecuada es necesario plantarlos en un medio que retenga la humedad y que además permita la circulación de aire. Se recomienda el uso de cubos de lana de roca o bandejas de plástico.

Tener a mano las herramientas adecuadas

Para hacer un esqueje de cannabis debemos tener una navaja o tijera, medios de enraizamiento (cubo de lana o bandeja de plástico), gel o polvos de enraizamiento, lámpara de CCFL, alcohol de alto porcentaje y un programador.

Esterilizar equipos

Si deseamos que nuestros esquejes crezcan sanos y fuertes debemos mantener la higiene. Por tal motivo debemos lavarnos las manos antes de manipularlos o usar guantes, así como esterilizar los objetos constantes (navaja o tijera), ya que al cortarlos pueden contraer bacterias o desarrollar infecciones.

Preparar el sustrato y el gel

Antes de cortar el esqueje de la planta madre es recomendable preparar el sustrato y el gel, así como humedecer el medio de cultivo, ya que la zona de corte no debe quedar expuesta por mucho tiempo, ya que los elementos externos la pueden enfermar.

Elegir una rama

Para que el esqueje se desarrolle rápido debes cortarlo de la punta de una rama sana, que se encuentre en la parte inferior de la planta, ya que reciben menos luz. Además debemos verificar que tengan por lo menos dos nudos y que se encuentre en la fase vegetativa.

Cortar e introducir en el gel

Para que la extracción sea perfecta debemos hacer el corte por debajo del nudo inferior de la hoja o raíz, ya que permitirá que aumente la superficie del enraizamiento y el crecimiento. De inmediato sumergimos la muestra en el gel enraizante y la colocamos en el propagador.

Colocar el esqueje en el propagador

El propagador le aporta al esqueje la humedad que necesita para vivir, ya que los mantiene bajo un ciclo de 18 horas de luz, proporcionadas por una lámpara fluorescente y 6 de oscuridad, la combinación ideal para su buen desarrollo.

Vigilarlo todos los días

Una vez que hemos cumplido con los pasos anteriores nos queda monitorear su desarrollo para detectar cualquier anomalía que interfiera con el proceso, como por ejemplo la falta de agua o alguna falla en la iluminación.

Trasplantar el esqueje

Cuando ya se ha cumplido el tiempo y se han desarrollado las raíces es momento de pasar nuestro esqueje para la tierra. Para este proceso debemos esterilizar todos los elementos que vamos a utilizar y asearnos las manos.