La campana de Cubillos, la historia de una rivalidad entre pueblos
La historia de la Campana de Cubillos es una leyenda que se ha transmitido de generación en generación. Aunque la base de la historia se mantiene constante en todos los relatos, cada familia tiene su propia versión y algunos detalles cambian de unos a otros. En mi casa, la versión que se cuenta es la siguiente.
Hace muchos, muchísimos, años se encontró una campana entre los terrenos de Cubillos del Pan y Valcabado, dos pueblos que comenzaron a discutir sobre quién debía quedarse con ella. Al no llegar a un acuerdo, los representantes de ambos pueblos decidieron que la solución sería que cada uno llevaría un animal, y el pueblo al que su animal arrastrara la campana sería el ganador.
Los habitantes de Valcabado eligieron su buey más fuerte, confiados en que su animal sería capaz de arrastrar la campana con facilidad. Sin embargo, los de Cubillos decidieron optar por una estrategia distinta: eligieron una vaca recién parida, que había dejado a su ternero en Cubillos. La idea era que la vaca, por el lazo con su cría, tiraría sin pensarlo hacia su tierra.
Cuando llegó el día, los representantes de ambos pueblos engancharon sus respectivos animales a la campana. La vaca, naturalmente, comenzó a tirar con fuerza hacia Cubillos, buscando a su ternero, mientras que el buey de Valcabado seguía detrás, sin poder evitar que la vaca ganara la partida. Así, la campana terminó en manos de Cubillos.
A partir de entonces, se empezó a escuchar la famosa campana, y con ella, la expresión popular que aún se oye de la boca de algún vecino: "¡Oh campana, campana jordana! Si tú badajo tuvieras, en la morería te oyeran". Contaba mi abuela que la campana fue hallada sin badajo, y los habitantes de Cubillos al darse cuenta de esto decidieron fabricarle uno para que pudiera sonar.
A pesar de que muchos consideran esta historia una simple leyenda, en la actualidad se puede ver una campana en el interior de la iglesia del pueblo, la cual se asocia a esta antigua tradición. Algunos piensan que la leyenda de la vaca y la campana podría ser una metáfora de la fuerza de una madre por regresar a su hijo, un vínculo tan fuerte como el que la vaca tendría con su ternero.