El "amor por las letras" de Yolanda Fidalgo que se trasforma en libros: Llega "La música del mal" con un sanguinario asesino en serie

Yolanda Fidalgo
La zamorana presenta su tercera novela, un thriller histórico que se desarrolla en dos escenarios: el París del Rey Sol y un teatro de la ópera en el Nápoles de 1900, regentado por los hermanos Carlo y Adriano, violonchelista ciego

El "amor por las letras" en forma de libros, así es la historia de la escritora zamorana, Yolanda Fidalgo. En sus comienzos, se decantó por la poesía, pero con el tiempo, se decantó por la narrativa. Allí fue cuando dio sus frutos la andadura que comenzó desde bien pequeña, la escritura y la lectura.

Fidalgo estudió Empresas Turísticas en la Universidad de Salamanca, pero su pasión han sido siempre los libros. Su primera novela, Más allá de los volcanes, ganó el Premio Internacional de Narrativa Marta de Mont Marçal, a la que le siguió Las hogueras del cielo. La música del mal es la última. De reciente nacimiento. Un thriller histórico que se desarrolla en dos escenarios: el París del Rey Sol y un teatro de la ópera en el Nápoles de 1900, regentado por los hermanos Carlo y Adriano, violonchelista ciego.

En casi sus 500 páginas, el lector formará parte de un crimen donde un sanguinario asesino en serie se dedica a matar en el teatro, siguiendo las pautas de un antiguo manuscrito que narra la vida de Diane, la criada muda de la envenenadora Marquesa de Brinvilliers.

Una novela de misterio, tensión y asesinato que surgió cuando la escritora se estaba documentando sobre venenos. Fue allí cuando conoció a la marquesa, una envenenadora en serie del siglo XVII y que dio comienzo a algo que se llamó el Asunto de los Venenos: el uso de venenos se generalizó de tal forma que hasta Luis XIV se vio amenazado y creó un tribunal especial para encargarse del tema, que se llamó la Cámara Ardiente. En la novela aparecen muchos personajes de la época, como la bruja La Voisin o el jefe de policía La Reynie.

Un nuevo libro histórico porque a Fidalgo, le "encanta el proceso de documentación. Ir descubriendo cosas, aprender para luego crear personajes que cobran entidad propia y que me llevan a mundos muy diferentes al mío". Eso sí, con una literatura "que transmita, que emocione, que suscite sentimientos en el lector".

Todo ello, con historias que se "leen muy bien y que cuesta soltarlas". Fidalgo es capaz de crear un mundo donde los personajes de ficción conviven con personajes reales de la época, y además "hay un escenario que los acompaña y que enriquece la novela, como la música en esta última". Una publicación de novela negra con una atmósfera asfixiante de miedo, violencia, inseguridad que cuenta con referentes para la escritora. "Leo mucho, y cuando me preguntan esto me cuesta elegir. Me gusta Joyce Carol Oates, por ejemplo. Si me voy más atrás, Patricia Highsmith. Por supuesto Edgar Allan Poe, o como lecturas de juventud Agatha Cristie, Wilkie Collins o Arthur Conan Doyle".

Un género literario que " lo tenemos ahí, lo saboreamos, lo tocamos con muestras manos sin peligro, porque es ficción. Y ya se sabe que el mal repugna pero a la vez atrae, como en las buenas películas de terror, que las vemos con un ojo cerrado porque nos asustan, pero con el otro abierto porque nos fascinan".