Zamora, la provincia más golpeada por la despoblación: pierde tres veces más habitantes que Soria desde 1980

Políticas anti despoblación Zamora

Zamora, la provincia más golpeada por la despoblación: pierde tres veces más habitantes que Soria desde 1980

La despoblación en Zamora es una sangría que no cesa. Los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) y del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) reflejan con crudeza una realidad incontestable: Zamora lidera el desplome demográfico en Castilla y León desde hace más de cuatro décadas.

 Desde 1980, la provincia ha perdido un 35,69% de su población (92.278 habitantes), una cifra que triplica la caída de Soria en el mismo periodo, donde la bajada ha sido del 12,42% (12.769 personas).

El problema no es nuevo, pero las consecuencias son cada vez más visibles. La pérdida de población en Zamora ha supuesto el cierre de escuelas, la desaparición de servicios básicos y una economía cada vez más débil, lo que a su vez retroalimenta el ciclo de despoblación. Sin embargo, las políticas para frenar esta hemorragia poblacional han sido, hasta ahora, insuficientes o directamente inexistentes.

🔴 Un problema que comenzó con la creación de Castilla y León

Los datos históricos confirman que la despoblación en Zamora se agravó a partir de la creación de la comunidad autónoma de Castilla y León en 1983. Desde entonces, las tres provincias de la Región Leonesa (Zamora, León y Salamanca) han perdido juntas 212.962 habitantes (-9,92%), mientras que las seis provincias castellanas que forman el resto de la comunidad han sumado 42.993 habitantes (+3,06%).

Zamora ha sufrido el peor golpe demográfico de toda la comunidad. En términos porcentuales, la provincia ha perdido más de un tercio de su población desde 1980. Pasó de tener 258.531 habitantes a solo 166.253 en 2024, lo que supone una caída de 92.278 personas. Es como si hubiera desaparecido una provincia entera del tamaño de Soria dentro de Zamora en solo 44 años.

 La caída económica, consecuencia directa de la despoblación

La despoblación ha arrastrado consigo a la economía provincial. El PIB per cápita de la Región Leonesa es hoy un 20% inferior al de las provincias castellanas de Castilla y León, una brecha que no deja de crecer. La falta de población implica menos actividad económica, menos comercio local, menos empleo y una pérdida constante de tejido productivo.

La pérdida de casi 100.000 habitantes ha provocado la desaparición de cientos de pequeños negocios, el cierre de líneas de transporte público y la reducción de servicios sanitarios y educativos. Los pueblos zamoranos, cada vez más envejecidos, ven cómo las escuelas cierran y los consultorios médicos apenas tienen actividad. Zamora sigue siendo la provincia de CyL con menor índice de actividad económica, pero lo es también de España.

 Una política autonómica desequilibrada

El caso de Valladolid contrasta de manera radical con el de Zamora. La provincia vallisoletana ha ganado desde 1980 112.103 habitantes (+27,14%), situándose como la gran beneficiada de la política autonómica. La concentración de las sedes de las consejerías y de la administración autonómica en Valladolid ha supuesto un imán económico y demográfico para la provincia, mientras que Zamora, León y Salamanca languidecen en un continuo abandono institucional.

El modelo centralista aplicado por la Junta de Castilla y León ha potenciado un crecimiento desigual dentro de la propia comunidad. El desarrollo económico y social se ha concentrado en Valladolid y su entorno, mientras que la Región Leonesa ha quedado relegada a un papel secundario, con infraestructuras deficientes, falta de inversión y abandono de las zonas rurales.

 Un futuro incierto sin medidas urgentes

La despoblación de Zamora no solo es un problema demográfico, sino también político y económico. Si la provincia sigue perdiendo población a este ritmo, en pocas décadas será inviable mantener servicios esenciales o garantizar una economía sostenible.

Las soluciones pasan por un cambio radical en las políticas autonómicas y nacionales. Es urgente aplicar medidas concretas para fomentar la repoblación rural, impulsar incentivos fiscales para la instalación de empresas y reforzar las infraestructuras y servicios públicos en las zonas más afectadas por la despoblación.

Otras comunidades autónomas, como Aragón o Castilla-La Mancha, han puesto en marcha programas de apoyo a la repoblación que ya están dando resultados. Zamora necesita una estrategia específica y directa para revertir el éxodo poblacional, fomentar la actividad económica y garantizar que las generaciones futuras tengan un motivo para quedarse en la provincia.

Sin medidas efectivas, Zamora seguirá perdiendo habitantes a un ritmo alarmante, dejando tras de sí una provincia vacía, envejecida y sin un futuro claro. La despoblación no es una fatalidad inevitable, sino el resultado de políticas equivocadas que aún estamos a tiempo de corregir.