Venialbo vive su día mágico con el Baile del Niño
La localidad de Venialbo ha vivido hoy su día mágico con la celebración del Baile del Niño, que convierte al pueblo en una fiesta cada 27 de diciembre. El repicar de las campañas anunciaba día grande mientras la iglesia se quedaba pequeña para acoger a los asistentes a la santa misa y el tiempo de las ofrendas, tras las que se inició la procesión hacia la ermita con la imagen del Niño.
Ya de vuelta a la iglesia, el público se congregó en la plaza donde tuvo lugar el Baile Floreado, una preciosa y difícil pieza en la que los danzantes bailan en círculo, también mirando al Niño, en la que mostraron su destreza y buena forma física.
De esta forma Venialbo ha cumplido un año más su tradición más querida, cuya continuidad queda asegurada por la implicación de los jóvenes del pueblo.