UPyD afirma que las diputaciones favorecen “el clientelismo, el caciquismo y la corrupción”
Unión Progreso y Democracia considera necesario afrontar una "valiente fusión de municipios y la supresión de las diputaciones provinciales".
Unión Progreso y Democracia en Zamora ante la celebración este martes del "Consejo de Alcaldes" en recinto ferial de IFEZA para fijar estos ediles postura con respecto al modelo territorial auspiciado por la Junta de Castilla y León, quiere denunciar que, desde su punto de vista, dicho acto es otro "intento megalómano de identificar la provincia con el presidente de la Diputación Provincial, Fernando Martínez Maíllo, así como manifestar una vez más su posición contraria tanto a este modelo regional como al que emana de la Ley de Racionabilidad y Sostenibilidad de la Administración Local (LRSAL), más conocida como Ley Montoro".
La propuesta de UPyD tiene dos pilares básicos, fusión de municipios y eliminación de organismos y entidades intermedias con tres únicos niveles administrativos: el municipal, el autonómico y el de la Administración Central del Estado.
Para la formación magenta, el "minifundismo municipal" que se da en Zamora (cuenta con 248 ayuntamientos a los que corresponden un total de 1.580 concejales; donde solo la capital, Benavente y Toro superan los 5.000 habitantes, y teniendo más de la mitad de los municipios menos de 300) constituye una ·rémora para el desarrollo de amplias zonas, y su mantenimiento como estructura administrativo-política contribuye a ahondar más en una desesperante despoblación y envejecimiento".
Según afirnan desde UPyD, desde el proyecto de la Junta, al ser únicamente Zamora quien supera los 20.000 habitantes, sólo ella y parte de su alfoz, 28 ayuntamientos en total, van a participar en el invento de formar parte una Área Funcional Estable.
Para el responsable magenta, el mantener este modelo aumentando el poder de las diputaciones, "que mantienen una poco democrática elección indirecta de representantes", no es inocente.
"Por una parte sirve al sostenimiento de una política clientelar que se ejerce desde las diputaciones como agencias de colocación directa o indirecta y que con prácticas que fomentan el servilismo de unos débiles ayuntamientos a los que se controla políticamente para que sirvan de granero de votos, a la vez que se ata al principal partido que juega el papel de oposición con las migajas que le dejan recoger para mantener sus propias clientelas a la espera de que lleguen tiempos mejores", explica. "Por otra parte, se continúa ampliando la escala, con la política caciquil de adjudicación de contratos a empresarios "amigos", repartidos por zonas de la provincia, bien directamente, bien como subcontratados de empresas más grandes que operan en toda España en lo que se ha denominado "capitalismo castizo o de amigos" que impide la sana competencia y el nacimiento de nuevas empresas", añade. Por todo ello, Mateos afirma que "potenciar las diputaciones es favorecer el clientelismo, el caciquismo y la corrupción".
En este contexto, José Miguel Mateos recuerda "el bochornoso funcionamiento de la diputación de la vecina provincia de Orense y de su ya por fin expresidente, el popular y populista, José Luis Baltar, como ejemplo de lo peor que tienen las diputaciones. Recuerda el "caso Zamora" en la Diputación zamorana como un hito en la corrupción en España que no ha hecho desde entonces más que crecer y crecer durante el trascurso de los años". "De aquellos polvos vienen esto lodos; pero si los ciudadanos nos ayudan vamos a hacer, desde donde en democracia hay que hacerlo, desde las Instituciones, una limpieza a fondo", remacha el Responsable de Acción Institucional en Castilla y León de Unión Progreso y Democracia, José Miguel Mateos Ramos.