"Tres años después de Losacio, el caos se repite en Zamora": El CSIF critica la gestión de los incendios
La gravedad de los incendios forestales registrados este fin de semana en varias provincias de Castilla y León ha desbordado el operativo de extinción, que ha tenido que recurrir a la incorporación voluntaria de personal que se encontraba de vacaciones, incluyendo bomberos forestales, agentes medioambientales y capataces. Esta situación ha puesto en evidencia las carencias del dispositivo de emergencias y ha generado fuertes críticas por parte de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), que ha denunciado la actitud del consejero de Medio Ambiente, quien según el sindicato, se desplazó tranquilamente a la Feria de Gijón a disfrutar de un día de ocio con otros dirigentes políticos mientras la comunidad ardía.
Según CSIF, el consejero de Medio Ambiente, el máximo responsable del operativo anti-incendios, “se fue a comer y disfrutar del día con otros políticos”, ignorando la gravedad de los fuegos que afectaban a varias comarcas, particularmente en León. En ese mismo momento, bomberos y técnicos, que estaban de vacaciones, se veían obligados a reincorporarse voluntariamente a sus puestos para hacer frente a la emergencia.
La situación es aún más preocupante por la falta de recursos y la escasez de personal, una situación que ha sido señalada repetidamente por el sindicato. “Es indignante y vergonzante que, tres años después de la tragedia del incendio de Losacio en Zamora, nos encontremos nuevamente ante un escenario de caos similar en León, Zamora, Ávila y Palencia”, indicaron fuentes de CSIF. El sindicato también ha subrayado que la falta de preparación del operativo está detrás de la descoordinación y los problemas de respuesta ante los incendios. Ejemplo de ello fue el incendio en Fasgar, dentro de una Reserva de la Biosfera, que se encontraba sin vigilancia debido a la falta de personal.
La falta de personal ha sido otro de los puntos de crítica del sindicato. Según CSIF, la Junta de Castilla y León ha eliminado más de 400 puestos de trabajo relacionados con el operativo de incendios, lo que ha provocado que, en muchos casos, las bajas no sean cubiertas adecuadamente. Además, denuncian la precarización laboral en las cuadrillas de extinción privatizadas y la disminución de efectivos en las áreas de vigilancia.
“La escasez de recursos no solo ha puesto en riesgo a los profesionales que luchan contra los incendios, sino también a las poblaciones afectadas por el avance de las llamas”, ha asegurado CSIF. En este contexto, el sindicato recordó que, a diferencia de lo que ocurrió en otras comunidades como Guadalajara o Cataluña, donde tras desastres similares se mejoró radicalmente el servicio de extinción de incendios, en Castilla y León las promesas de mejora se han quedado en palabras.
“El caos es el resultado de una gestión política que ha hecho oídos sordos a las advertencias y necesidades del personal especializado”, afirmó CSIF, exigiendo un operativo de incendios más eficaz, con una mayor dotación de recursos y un personal bien remunerado y adecuadamente dimensionado.