Una segunda vida a las cabinas de teléfono en este pueblo de Zamora
La bibliocabina, ubicada estratégicamente para ser accesible a todos los vecinos, es mucho más que un simple punto de intercambio de libros
Y no se trata solo de tomar un libro y dejar otro en su lugar; se trata de mover historias, de compartir conocimiento y de fomentar el respeto por este espacio común
En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados y las antiguas reliquias quedan olvidadas en el polvo del progreso, San Cristóbal de Entreviñas ha decidido darle una segunda oportunidad a un símbolo del pasado: las cabinas telefónicas. Pero esta vez, no como medio de comunicación, sino como guardianes de historias y portales hacia mundos imaginarios.
Bajo el respaldo del ayuntamiento, estas estructuras de hierro y vidrio se han transformadas en bibliocabinas, un refugio para los amantes de la lectura y un recordatorio nostálgico de tiempos pasados.
La bibliocabina, ubicada estratégicamente para ser accesible a todos los vecinos, es mucho más que un simple punto de intercambio de libros. Es un lugar donde las palabras cobran vida, donde las páginas amarillentas transportan a los lectores a mundos desconocidos y donde cada libro compartido es un lazo que une.
Y no se trata solo de tomar un libro y dejar otro en su lugar; se trata de mover historias, de compartir conocimiento y de fomentar el respeto por este espacio común. Es un recordatorio de que, aunque el mundo cambie rápidamente a nuestro alrededor, la magia de la lectura y el poder de la imaginación perduran.
Pero la historia no termina aquí. Con planes de expandir esta iniciativa a otras áreas del municipio. Cada nueva biblioteca exterior es un paso más hacia la creación de una red de intercambio cultural que trasciende las barreras del tiempo y del espacio.