El programa de restauración vegetal actúa en las zonas afectadas por incendios en Zamora

Estado de la Sierra de la Culebra tras el incendio. Fotografía: Zamora Viva. Imagen de archivo
La CHD destina 476.783 euros a la restauración de la Sierra de la Culebra con 50.000 plantas autóctonas en la provincia

La Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) ha iniciado un ambicioso Programa de Intervención Medioambiental en la cuenca del Duero, con un presupuesto de 476.783,35 euros, centrando parte de sus esfuerzos en la recuperación de las zonas afectadas por incendios en la Sierra de la Culebra, en la provincia de Zamora. Este programa ha sido adjudicado a la empresa Seanto S.L. y tiene un plazo de ejecución de 24 meses.

Las intervenciones se enfocarán en la restauración de las formaciones vegetales de ribera y la reforestación con especies autóctonas en las áreas que han sufrido daños significativos debido a los recientes incendios forestales. En particular, la Sierra de la Culebra ha sido una de las zonas más afectadas, lo que ha motivado la necesidad de realizar tratamientos selvícolas específicos que incluyen el desbroce, la poda y la plantación de alrededor de 50.000 ejemplares de vegetación.

Los trabajos comenzaron a finales de septiembre en varias localizaciones de la cuenca, priorizando aquellas zonas de mayor necesidad de recuperación, como Santa Cristina de la Polvorosa y otros puntos de la Sierra de la Culebra. Las actuaciones incluyen el acondicionamiento de arroyos y la limpieza de desagües, así como el mantenimiento de accesos a piezómetros.

El enfoque del programa no solo busca restaurar la vegetación de ribera, sino también mejorar la biodiversidad y la funcionalidad de los ecosistemas ribereños. Se pretende, así, favorecer el hábitat de diversas especies de fauna y flora que dependen de estos ambientes, asegurando que las zonas afectadas puedan recuperarse y prosperar en el futuro.

Con la participación de viveros locales, como el de Santa Cristina de la Polvorosa, se asegura que las plantas utilizadas sean autóctonas, garantizando así la adaptación y sostenibilidad del ecosistema en el largo plazo.