Los padres del Zangarrón. Sanzoles, la tradición en estado puro
El próximo 26 de diciembre, Sanzoles volverá a latir con fuerza al ritmo del Zangarrón. Un latido antiguo, profundo, que no entiende de modas ni de prisas. Este 2025, el encargado de encarnar a este personaje ancestral y mágico será Héctor Puga, un joven de sonrisa franca y corazón grande, que asumirá el papel con respeto, emoción y orgullo.
Héctor es hijo de Jesús y Nuria, y sobrino de Cele y Valentina. Y no llega solo. Llega acompañado de una historia familiar marcada por la espera, porque este relevo también lleva consigo el sueño de su primo Rodrigo, que no pudo cumplirlo en su momento. Ahora será Héctor quien lo viva por todos, con esa mezcla de nervios y felicidad que solo provocan las cosas importantes de verdad.
Sus primos Alba y Rodrigo estarán en primera fila, animándole, recordando al “tormento” que fue de pequeño y celebrando al “pedazo de pan” en el que se ha convertido. Porque crecer también es eso: volver al origen siendo otro, pero siendo el mismo.
El Zangarrón no es solo una máscara. Es historia, rito, emoción y memoria colectiva. Cada año, el día de San Esteban, Sanzoles se transforma y se convierte en el epicentro del antruejo zamorano. Y cuando el Zangarrón sale a escena, el pueblo entero contiene la respiración. Este año, esa emoción tiene nombre y apellido: Héctor Puga, el que saldrá de casa de su abuela, el que se vestirá con el respeto que merece la ceremonia, el que trastocará —para bien— a toda su familia. Una familia volcada con la tradición y exportadora de la misma, ya que Rodrigo (el primo del Zangarrón) y su novia Marina de origen Ruso sabemos que cuentan las mil historias sobre este pueblo de la provincia de Zamora que viste a su antruejo y baila sin parar el día después de Navidad.
Porque no hay distancia cuando el corazón está cerca
Da igual cambiar de piso, de ciudad o de trabajo: lo esencial permanece. Con sus padres, Jesús, hombre bueno por naturaleza y cariñoso con los suyos, con sus tradiciones y con su entorno es fácil rememorar historias de hace 30 años cuando nacieron sus sobrinos Alba y Rodri, y Nuria, luchadora amable como pocas y defensora de todo lo que tiene que ver con el respeto y la tolerancia, una madre entregada a la familia y a su trabajo; y no podemos olvidarnos de su hermana la mujer que pone el ritmo y la música en casa, la pianista, Paula, todo un placer escucharla en sus conciertos y también en sus ensayos. Eso si sus tíos Cele y Valentina, tan de Sanzoles como la propia tradición; cuentan que el Zangarrón vuelve a ser símbolo de arraigo, orgullo y reencuentro.
Especial mención merece Celedonio Pérez, periodista, antropólogo del Zangarrón de Sanzoles y ya jubilado, que comparte con su sobrino Héctor ratos de tradición… y de flamenco. Este año sonará todo un poco más fuerte y las emociones estarán a flor de piel, especialmente en Valentina, que no ocultará nervios ni lágrimas, porque hay raíces que pesan más que los años.
Este 26 de diciembre, las redes sociales hablarán de Héctor: del sobrino de Cele y Valentina, del hijo de Jesús y Nuria, del joven que ya tiene hasta “novieta”, pero que será el hombre del día, el que escriba historia con cada salto, con cada gesto y con cada trallazo.
Héctor, disfruta. Siente. Vive este día como lo que es: único. Que no te frene el cansancio ni te gane el sueño. Como bien decía mi madre: “El que mucho duerme, poco vive”. Y este es un día para vivirlo todo, sin reservas.
Gracias por devolvernos la emoción de una tradición que sigue más viva que nunca.
Sanzoles te espera. Zamora te mira. Y tú, Héctor, ya formas parte de su historia.