El ‘Niño de los clavos’ ya mira desde Coreses, arte con alma rural para recordar a Ramón Álvarez
Coreses luce desde esta semana un nuevo mural titulado “Niño de los clavos”, una obra del artista zamorano Saúl Alija, que rinde homenaje al escultor Ramón Álvarez en el año en que se conmemora el bicentenario de su nacimiento, que luce ya en una de las paredes del Centro de Educación Obligatoria (CEO) de la localidad.
Lejos de ser una simple intervención artística, el mural propone una reflexión profunda sobre la memoria, la identidad rural y la transmisión de valores a través del arte. Inspirado en La Caída, una de las esculturas más emblemáticas de Ramón Álvarez, Alija plantea una escena simbólica, un niño observa la mirada del dolor sin comprenderla del todo, jugando ajeno a ella. Es, según el artista, “una imagen inquietante que habla de cómo la violencia puede parecer normal cuando crecemos entre ella y los adultos no somos ejemplo”.
La obra se ha desarrollado en colaboración con el propio centro educativo, con el apoyo de la Diputación de Zamora y el Instituto de Estudios Zamoranos “Florián de Ocampo”. El artista agradeció públicamente al equipo docente y a los impulsores del proyecto por permitir llevar el arte a un contexto rural, donde, según sus palabras, “no se trata solo de pintar paredes, sino de tejer memoria, comunidad e identidad”.
Para Alija, este mural es también un regreso a los orígenes, a lo pequeño, a lo esencial: “Ramón Álvarez fue escultor, fue zamorano, fue de aquí. Su figura, aunque a veces diluida en los discursos oficiales, representa algo fundamental: seguir creando desde lo que somos, con lo que tenemos, incluso cuando cuesta”.
El mural “Niño de los clavos” no solo embellece el entorno del colegio y homenajea con una acción más los actos desarrollos en el pueblo por el bicentenario de su hijo predilecto, sino que se convierte en un nuevo punto de diálogo entre pasado y presente, entre arte y educación, entre memoria y futuro.
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