Las residencias zamoranas acumulan desde el 14 de marzo 90 fallecidos confirmados por COVID-19 y 63 con síntomas compatibles

Las residencias zamoranas suman desde el inicio de la pandemia 90 personas fallecidas por COVID-19 y 63 que han muerto con síntomas compatibles con el coronavirus. Un dato escaofriante que se recoge en el informe sobre el impacto del virus en los centros residenciales que la consejera de Familia, Isabel Blanco, ya ha remitido a las Cortes de Castilla y León y a la Fiscalía de Dependencia, con sede en León.

 Aunque las cifras parece que van mejorando, con 31 personas aisladas, solo 3 en confinamiento con PCR positivas confirmadas, el PSOE de Castilla y León amenaza con la presentación de una comisión de investigación para dilucidar lo que ha pasado en las residencias privadas.

La zamorana Isabel Blanco reconoce en ese informe que cuando la Consejería de Familia decidió el cierre de los centros de mayores "el virus ya estaba dentro", es decir, admite que la decisión tendría que haberse tomando antes.