El frío y la niebla de Sanabria traen un respiro: la naturaleza ayuda a frenar el fuego

Niebla envuelta y humo
Sanabria, que en los últimos días vivía entre humo y llamas, amanecía hoy con un aire distinto. A primera hora de la mañana, la estación de Robleda-Cervantes registraba 7ºC, una de las mínimas más bajas de todo el país. Ese frío, que hace apenas una semana habría parecido inverosímil en pleno agosto, se ha convertido ahora en el mejor aliado contra el fuego.

La tan ansiada inversión térmica ha llegado a la comarca y con ella un alivio inesperado: la madrugada fresca y la aparición de nieblas en la sierra han humedecido el ambiente y refrescado el monte. El aire, que hasta ayer parecía asfixiante y cargado de ceniza, ha dado una tregua y deja respirar a los pueblos que miran con temor al incendio de Porto.

“Hoy se nota distinto”, cuentan algunos vecinos. La sensación térmica es otra y los equipos de extinción lo agradecen: la humedad acumulada durante la noche frena la propagación de las llamas y facilita que el trabajo sobre el terreno sea más efectivo. Además, la mejoría de la atmósfera abre la esperanza de que los aviones y helicópteros puedan operar desde primera hora, algo que en los últimos días fue imposible por la densidad del humo.

Sanabria se coloca así junto a otras zonas de montaña del norte peninsular en el ránking de mínimas de España: Puerto del Pico (Ávila, 6,9ºC), Villablino (León, 7,3ºC) o el Puerto de Leitariegos (Asturias, 7,5ºC) compartieron este amanecer frío, que en Zamora se recibe como un regalo.

Después de jornadas en las que el viento y el calor jugaban en contra, la naturaleza parece tender ahora la mano. El día será duro, pero este amanecer fresco y con niebla devuelve la esperanza de que el fuego pueda ser contenido y de que el pulmón verde de la provincia siga latiendo.