La falta de incentivos y el vacío legal vuelven a poner en riesgo los festejos populares con toros en la provincia
Solo tres funcionarios estatales se ofrecen para actuar como delegados de autoridad en los festejos taurinos de Zamora
La falta de incentivos y el vacío legal vuelven a poner en riesgo los festejos populares con toros en la provincia
La provincia de Zamora se enfrenta, un verano más, al riesgo de que muchos de sus festejos taurinos no puedan celebrarse por la falta de delegados de autoridad. Solo tres funcionarios de la Administración General del Estado han mostrado su disposición a asumir esta función durante las celebraciones populares, y lo hacen con una condición: que exista una compensación económica que cubra los desplazamientos y el tiempo dedicado.
Este dato, confirmado por la Subdelegación del Gobierno en Zamora tras consultar por correo a todos los empleados públicos estatales en la provincia, vuelve a evidenciar un problema que ya salió a la luz el pasado mes de abril: la escasez de personal habilitado para ejercer como autoridad durante los eventos con toros. Y llega justo en la víspera de una reunión clave entre la Junta de Castilla y León, la Diputación de Zamora y los alcaldes de la comarca de La Guareña, la zona más afectada por esta situación.
La legislación actual impide que los funcionarios de la Junta o los trabajadores de los ayuntamientos puedan desempeñar este papel, lo que deja toda la responsabilidad en manos del personal del Estado. Ante la falta de voluntarios, ha sido la Guardia Civil quien ha asumido mayoritariamente esta función en los últimos años, a costa de dejar de atender otras labores propias de su competencia durante el tiempo que dura el festejo.
Desde la Subdelegación del Gobierno y la propia Guardia Civil se ha insistido en la necesidad de revisar la normativa para ampliar el número de personas habilitadas o, al menos, garantizar algún tipo de contraprestación económica que incentive la participación de los funcionarios estatales. Según el subdelegado, Ángel Blanco, en cinco de los festejos propuestos este año, en solo uno no se ha recurrido a un agente de la Guardia Civil como delegado de autoridad.
Sin esta figura, imprescindible por ley para velar por la seguridad y la legalidad del evento, el festejo no puede celebrarse. De ahí la urgencia de encontrar una solución antes de que comience la temporada alta de fiestas patronales en la provincia. Todo apunta a que la clave pasa por un acuerdo entre las administraciones implicadas para evitar que la falta de personal frustre una tradición profundamente arraigada en el medio rural zamorano.