Adolfo Suárez, el presidente que conocía Zamora como la palma de su mano

Adolfo Suárez en Zamora en 1986 junto a Eloy González Corro y Pedro San Martín; al fondo, Luis Rodríguez San León.

Rodríguez San León, Pedro San Martín y Demetrio Madrid destacan el papel político y la cercanía de quien fuera primer presidente de la Democracia

La noticia de la muerte de Adolfo Suárez, anunciada pasadas las tres de la tarde, ha causado una profunda conmoción en la sociedad española y también en la zamorana. No en vano el que fuera primer presidente de la Democracia mantuvo una especial vinculación con Zamora, tanto política (Castilla y León fue uno de los baluartes de la extinta UCD) como personal, desde que en 1955 realizase las milicias universitarias en Monte la Reina, desde donde hacía escapadas al baile del vecino pueblo de Coreses.

Son innumerables las ocasiones en las que el Presidente visitó zamora, tanto en actos públicos como en visitas privadas, especialmente por su intensa amistad con Luis Rodríguez San León, hombre fuerte del partido, "suarista" (como él mismo reconoce) hasta la médula y compañero entonces de otros líderes del centro democrático que supo aglutinar las ganas de democracia y libertad de otros zamoranos.

También tuvo especial relación con el socialista Demetrio Madrid López, quien fuera primer presidente de Castilla y León y con quien trabó amistad como constituyente, que se mantuvo a pesar de las diferencias políticas. Ya en la época del CDS, Adolfo Suárez mantuvo también relación con Pedro San Martín, a quien acudía a visitar regularmente en compañía de Rodríguez Sahagún para preparar la que sería su segunda aventura política.

Tanto Luis Rodríguez San León (sin duda su más estrecho e íntimo colaborador en Zamora) como Pedro San Martín y Demetrio Madrid guardan un extraordinario recuerdo de la persona de Adolfo Suárez hacia quien no escatiman elogios, tanto en lo personal como en el papel fundamental que jugó en la Transición.

San León, el hombre clave de Suárez en Zamora

Luis Rodríguez San León, amigo del alma y sin duda el hombre clave de Suárez en Zamora, ha recibido la noticia mientras se encontraba de viaje. Aunque esperada, Rodríguez San León se mostraba muy afectado por la desaparición de Adolfo Suárez, con quien compartió, además de aventura política, numerosas vivencias personales. "Era un hombre de una sencillez extraordinaria y su gran logro fue recomponer al país, unir a una España dividida de forma pacífica, bajo la convivencia, con la llegada de la democracia". A la faceta pública, San León une su gran amistad con Adolfo Suárez, con quien compartió numerosas vivencias familiares.

"La noticia me ha pillado a unos 200 kilómetros de Zamora y aunque sabíamos por su hijo la situación, me cuesta reprimir las lágrimas; hasta que no llega, no te haces a la idea. Siento una tristeza enorme, se trata de una gran pérdida. Era una persona amiga, íntegro, honrado, que anteponía los intereses de todos a los suyos propios, justo lo contrario de lo que está ocurriendo ahora. Hizo una transición política modélica a nivel internacional por su consenso, estrategia, valía, conocimientos y gran simpatía. Y todo eso tuve la suerte de vivirlo de cerca. Era, soy, un "suarista" convencido, yo no venía de ninguna familia política pero me encandiló. Nos vimos muchas veces en Moncloa y en su despacho y él vino muchas veces a verme a Zamora; eso provocaba muchas envidias y muchos recelos políticos. Ahora toda esa vida, todos esos recuerdos, se convierten en lágrimas. Estamos ante una pérdida irreparable como así lo está reconociendo todo el mundo de todo tipo de ideologías y de todos los sectores de la sociedad".

 

"Pieza fundamental para un país democrático"

"Ambos fuimos constituyentes -recuerda Demetrio Madrid- y castellanoleoneses. Aunque la noticia era esperada supone una conmoción en lo afectivo, en lo sentimental. En un hombre público hay dos aspectos fundamentales que son las relaciones personales y humanas y el papel histórico. El aspecto humano me llega hondamente, tuvimos mucha relación y mantuvimos muchos encuentros en su despacho en Moncloa y también en Cebreros, donde era alcaldesa una sobrina suya. Y en cuanto a la importancia política, su papel fue importantísimo y fundamental en la transición de un Estado Autocrático que era la vergüenza de Europa a ser pieza fundamental en un país democrático que, a pesar de la crisis, se puede presentar en cualquier sitio. Él cumplió estupendamente ese papel pero se inmoló en el asunto, porque la UCD fue capaz de aglutinar muchas voluntades durante la Transición pero luego ya hubo problemas internos de la propia UCD, una situación que él no merecía. Aunque políticamente los socialistas debatíamos con el, le respetábamos más que sus propios correligionarios".

De su personalidad, Demetrio Madrid destaca que "era un hombre que conocía muy bien Zamora. Desde el proceso constituyente tuvimos una relación muy buena; era muy accesible, muy cercano, sin cortapisas en la relación, con hombría, que propiciaba el acercamiento. recuerdo que al principio, al haber sido Jefe Nacional del Movimiento, los socialistas, que casi estábamos aún en la ilegalidad, tuvimos ciertas reticencias con él, que desaparecieron enseguida porque su actuación era muy seria. Demostró, a lo largo del tiempo, que la palabra que daba y que el afecto que prestaba eran de verdad y duraderos".

"No parecía que hubiera sido presidente"

Pedro San Martín compartió con Adolfo Suárez su segunda aventura política, el Centro Democrático y Social (CDS) que de nuevo trajo al presidente a Zamora en los años 1986 y 1987 a mítines y numerosas reuniones, al tratarse de un partido nuevo. "Íbamos al Sancho de La Marina y hacíamos las ruedas de prensa en la salita de abajo; precisamente ayer estuve allí cenando y recordábamos lo cordial y lo abierto que era. No parecía que hubiera sido presidente del Gobierno. Él aún tenía escolta, que revisaba la sala antes de cada acto. Todos éramos más jóvenes, te estoy hablando de 1986 y 1987, que fue cuando entré en Cortes. Hicimos un mítin en el Arias Gonzalo y vino mucho para las campañas municipales y autonómicas. Recorrimos toda la provincia, él venía en un autobús y sacamos la Alcaldía de Toro y de Benavente, aunque en minoría. Adolfo Suárez nunca se dio ninguna importancia; era uno más, cercano siempre. Aunque era esperado, estoy afectado lógicamente en lo personal porque se va una figura que seguirá creciendo con el paso del tiempo".

Banderas a media asta por la muerte de Adolfo Suárez