El Festival Aluniza, al borde del colapso por la quiebra de Wegow, lanza un SOS a la comunidad musical

aluniza, cartel

La entrada en preconcurso de acreedores de la ticketera bloquea la recaudación de las entradas vendidas y pone en riesgo la primera edición del festival zamorano, que busca apoyo para salvar su futuro

El Festival Aluniza, una de las apuestas más ambiciosas por la música en directo en Zamora, atraviesa un momento crítico a apenas dos semanas de su debut. La reciente crisis financiera de la plataforma Wegow, que gestionaba la venta anticipada de entradas, ha puesto en jaque el futuro inmediato del evento, previsto para los días 7 y 8 de junio en la capital zamorana.

El pasado viernes, Wegow anunció su entrada en preconcurso de acreedores, lo que ha derivado en la paralización de los pagos pendientes a los promotores. En el caso de Aluniza, la situación ha supuesto un mazazo: los ingresos generados por la venta anticipada de cientos de entradas han quedado congelados, comprometiendo gravemente la viabilidad económica de esta primera edición. Según denuncia la organización, la ticketera ha retenido toda la recaudación hasta la fecha, lo que deja al festival sin una parte crucial de su presupuesto operativo.

“Es un golpe durísimo”, reconoce Álvaro de Paz, promotor del festival y alma del Avalon Café, una de las salas de conciertos más emblemáticas de la ciudad. “Pero no vamos a rendirnos. Necesitamos el apoyo de la comunidad musical, de Zamora y de todos los que creen en la música en directo para sacar esto adelante”.

Lejos de ser un evento masivo, Aluniza nace con la vocación de ser un festival de autor, pensado para quienes valoran el talento sobre las modas y el directo por encima de las etiquetas. Así lo definen sus impulsores, que han reunido un cartel ecléctico y de calidad, con nombres de peso en la escena independiente nacional e internacional.

Rufus T. Firefly, buque insignia del indie psicodélico español, encabeza una alineación en la que también figuran Gipsy Power Band (flamenco-funk explosivo), el australiano Steve Smyth, el pop urbano de Luis Brea, y el regreso de Sobrinus, grupo de culto de los 90. Completan la programación Calequi y las Panteras, Jaime Takk, Pilu y dos propuestas zamoranas: Mendel y Mórago.

En total, diez bandas que reflejan la filosofía del festival: “Aquí todas las bandas saben tocar, tienen carrera, y suben al escenario para ofrecer un concierto de verdad”, afirma Álvaro. “Hay pop, hay rock, hay flamenco, hay soul... pero sobre todo hay buenos músicos. Es imposible etiquetar este festival”.

Ante el colapso de Wegow, la organización ha habilitado nuevos canales de venta en su página web (aluniza.es) y a través de las redes sociales oficiales del festival. Además, se ha creado una fila cero para donaciones voluntarias, y se ha puesto en marcha un sorteo solidario de discos y merchandising cedido por las propias bandas participantes.

“El dinero es importante, claro, pero esto va más allá de lo económico”, explica Álvaro. “Es una cuestión de compromiso con la cultura. Necesitamos que la gente compre entradas, que corra la voz, que entienda el esfuerzo que hay detrás de esto. Queremos mantener vivo el festival y que el Avalon siga siendo ese lugar donde la música nunca se detiene”.

Aluniza agradece el apoyo ya recibido por parte de artistas, medios y promotores que conocen el trabajo que durante años ha realizado Álvaro de Paz en defensa de la música en vivo en Zamora. El festival confía en que ese respaldo colectivo permita sortear el bache y celebrar una primera edición tan inolvidable como necesaria.