Yolanda Díaz relevará a Pablo Iglesias como vicepresidenta segunda del Gobierno

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha deseado la mejor de las suertes al que hasta ahora y durante año y dos meses ha sido vicepresidente segundo y responsable de la cartera de Derechos Sociales y Agenda 2030. Iglesias, que abandona sus cargos en el Ejecutivo de coalición para aspirar a la Presidencia de la Comunidad de Madrid ante el aval judicial al adelanto electoral al 4 de mayo, deja dos puestos libres, uno de los cuales podría pasar a ocupar la hasta ahora ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.

Iglesias ha expresado que ese sería su deseo y así ha sugerido que ocurrido el propio presidente del Gobierno. Pedro Sánchez ha hablado sobre dicho relevo en una rueda de prensa conjunta con el presidente francés, Emmanuel Macron. En respuesta a las preguntas de la prensa, Sánchez asegura que tiene la mejor de las opiniones de Yolanda Díaz, y, aunque no ha confirmado por el momento si será vicepresidenta segunda, sí ha sugerido que lo aceptará porque respeta los acuerdos que firma.

"Hay una vicepresidencia segunda que corresponde a Unidas Podemos", ha precisado Sánchez, tras lo cual ha añadido que no habrá "malentendidos" y que habrá continuidad en el Gobierno conformado por el PSOE y Unidas Podemos. En todo caso, Sánchez se ha dado de plazo "unos días" para tomar las decisiones oportunas y comunicarlas. Por su parte, Yolanda Díaz ha publicado un mensaje en su cuenta de Twitter en el que ya asegura que será un honor tomar el relevo de Iglesias y que viene a interpretarse ya como un adelanto de lo que terminará por confirmar Pedro Sánchez en días posteriores. 

De esta forma, la rueda de prensa tras la cumbre hispano-francesa en la localidad gala de Montauban se ha visto empañada tras el anuncio de la marcha del líder de Podemos del Ejecutivo de coalición, siendo la segunda pregunta que se ha formulado durante el turno de preguntas y que ha ocupado una de las principales cuestiones abordadas junto a otras como la cartilla de vacunación (o pasaporte de vacunación, opción menos alabada por parte de los políticos) o la suspensión de las dosis de AstraZeneca.