La tradición del Elfo Travieso que cautiva a grandes y pequeños
En muchas familias, la llegada de la Navidad trae consigo una tradición que ha ganado popularidad en los últimos años: el "Elfo Travieso". Esta figura, inspirada en un elfo que se dice proviene del Polo Norte, se encarga de realizar pequeñas travesuras en los hogares donde se le recibe. Cada noche, el elfo se mueve de un lugar a otro, creando situaciones divertidas y sorprendentes para quienes lo encuentran al despertar.
Según la tradición, el Elfo Travieso es un mensajero de Santa Claus, encargado de observar el comportamiento de los niños y llevar informes al mismo Santa. Para asegurar que su trabajo sea eficaz y no se pase desapercibido, el elfo tiene la costumbre de hacer travesuras que invitan a la risa. Entre las travesuras más comunes se incluyen: esconder los zapatos de los niños, mover los objetos de lugar, dibujar mensajes graciosos en el espejo con pasta de dientes o incluso hacer que el elfo aparezca en situaciones inesperadas, como dentro de una taza de cereal o sobre una estantería con una nota divertida.
Una de las actividades que más ha capturado la imaginación de las familias es la "búsqueda del Elfo Travieso". Cada mañana, los niños corren por la casa buscando al elfo, que puede encontrarse en lugares tan creativos como dentro del árbol de Navidad o incluso colgado en el refrigerador, todo dependiendo de la imaginación de quienes participan en la tradición.